Panamá.- Con una legislación que reduce al mínimo los espacios cargados de nicotina y humo, Panamá emerge hoy como líder en la prevención del tabaquismo en la región.
Solo en la última década, la nación istmeña logró disminuir de 38 a 6,4 por ciento la prevalencia en el consumo de cigarros, pese a que la población joven sigue siendo la más vulnerable a esta adicción.
Con la entrada en vigor de la Ley 13 del 24 de enero de 2008, el país eliminó de los comercios la venta de cigarrillos individuales y cajetillas pequeñas para prevenir que menores de edad tuviesen acceso al producto, al tiempo que elevó el precio a casi cinco dólares.
La normativa, entre otros aspectos, prohíbe la presencia del humo blanco en sitios de gran concurrencia como discotecas, restaurantes, paradas de buses y metro, aviones, incluso en algunos espacios públicos, para limpiar el aire y no afectar la salud del resto de las personas.
Sin embargo, los gremios antitabaco ya trabajan en la elaboración del anteproyecto de ley 136, con el cual pretenden erradicar el mal de raíz y reformar lo ya existente.
Entre las nuevas regulaciones sobresalen la unificación en el empaquetado de los cigarrillos con una presentación que advierta al consumidor de los daños de este hábito a largo plazo y que inhiba cualquier diseño o color atractivo a la vista, especialmente para los más jóvenes, refiere un reporte del diario La Prensa.
«El empaquetado neutro es una importante medida de reducción en la demanda, disminuye el atractivo de los productos; restringe el uso de los paquetes como soportes para publicitar y promover el tabaco; limita el empaquetado y etiquetado engañoso, y aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias», describe la web de la Organización Mundial de la Salud.
En el caso de Panamá, proclamado país líder en la lucha contra el tabaco por su eficiencia en la adopción de medidas preventivas, se gestionan otras alternativas como la expedición de una licencia para los vendedores de productos derivados del tabaco, a un costo de entre tres y 50 mil dólares.
Seguiremos recortando los espacios disponibles para fumar; eliminaremos el humo de los balcones de los apartamentos y de las terrazas de los restaurantes, debido a las quejas de madres que desean comer en espacios abiertos con sus niños, pero resulta que allí está designada el área de fumadores, expresó la presidenta de la Coalición Panameña contra el Tabaquismo, Nélyda Gligo.
Y agregó: entre nuestras propuestas también incluiremos hacerle frente al cigarrillo electrónico y al narguile (pipa de agua), mecanismos modernos usados por los jóvenes, a pesar de su alto grado de toxicidad.
Según reportes médicos, el hábito de fumar provoca inflamación en las vías respiratorias, bronquitis crónica, enfisema pulmonar y diversos tipos de cáncer, además de aumentar el riesgo de padecer de enfermedades cardiovasculares y pulmonares obstructivas, entre otros males.
