viernes, octubre 4, 2024

La Primera Dama de Nicaragua candidata a la vicepresidencia

MANAGUA, Nicaragua-. La primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, fue oficializada ayer como candidata a la vicepresidencia, en fórmula junto a su esposo, el presidente Daniel Ortega, lo que la sitúa en la línea directa de la sucesión constitucional de poder. La pareja participará en las elecciones del próximo 6 de noviembre bajo las siglas del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Esta movida del gobierno de Ortega ha sido criticada por la oposición como la instauración de una dinastía familiar que gobierna sin contrapesos: controla todos los poderes del Estado, las fuerzas armadas, ha eliminado a la oposición e impone el sistema de partido único.

La oposición organizada en torno al Partido Liberal Independiente (PLI) y el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) ya han calificado los comicios “como una farsa”, luego que un fallo del Poder Judicial los inhabilitara de participar en la contienda. “Son elecciones sin competitividad”, ha coincidido la Coalición, ya que Ortega se medirá ante partidos políticos de poca monta y señalados de prestarse al juego del gobernante.

La semana pasada, Ortega asestó el golpe final a la oposición al destituir a 28 diputados del Parlamento. De esa manera, los opositores perdieron el único espacio constitucional con el que contaban y Nicaragua el pluralismo político.

“La destitución de los diputados opositores constituye la demolición del último bastión de la institucionalidad democrática y el Estado de Derecho, porque violenta todos los procedimientos legales y destruye las bases del sistema constitucional nicaragüense”, alegó Wilber López, quien hasta el jueves pasado era el jefe de la bancada del bloque opositor.

Sin embargo, según los analistas consultados por Univision Noticias, el hostigamiento inició desde las elecciones de 2006, cuando Ortega regresó al poder, señaló el ahora exdiputado Eliseo Núñez. En esa ocasión, la oposición encabezada por Eduardo Montealegre utilizaba la casilla del partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), pero le fue arrebatada la personería legal al Igual que al MRS, este último un partido fundado por los intelectuales sandinistas que rompieron con Ortega en los años noventa.

“Después de eso, el siguiente golpe de Ortega es el fraude en las elecciones municipales de 2008 y las presidenciales de 2011”, apuntó Núñez. La transparencia de estos procesos electorales fue criticada por las misiones de observación electoral de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter.

Algunos ciudadanos se han manifestado por lo que consideran una «farsa»…
Algunos ciudadanos se han manifestado por lo que consideran una «farsa» electoral. Jorge Torres / EFE
La oposición creó entonces el Movimiento Vamos con Eduardo, pero también le fue arrebatada la personería jurídica sin la cual es indispensable participar en un proceso electoral en Nicaragua. Para poder competir en las elecciones de 2011, en las que también se denunció fraude electoral, Montealegre recurrió al Partido Liberal Independiente (PLI) que logró consolidarse como la segunda fuerza política más votada del país.

Sin embargo, el 8 de junio de 2016 el Poder Judicial, controlado por Ortega, quitó la representación legal del PLI a Montealegre, dejando sin bandera y sin casilla electoral a la Coalición Nacional por la Democracia.

Crisis política

“El golpe más directo a la oposición es la confiscación de personerías jurídicas, porque eso te inhabilita para participar con tus propios medios en las elecciones”, anotó Dora María Téllez, exguerrillera sandinista y miembro del MRS. Esta crítica de Ortega ve en todas sus acciones la culminación de la concentración de poder de un régimen que transita por una deriva autoritaria.

Los magistrados de justicia entregaron la representación del legal del PLI a un político desconocido llamado Pedro Reyes, quien “pidió obediencia” a los 28 diputados electos en 2011. Los parlamentarios se negaron a asumir el liderazgo de Reyes. El argumento es que este abogado de profesión es “un colaboracionista silencioso” del presidente Ortega. Ante el “desacato” de los 28 diputados y basado en la sentencia del Poder Judicial, el Poder Electoral solicitó a la Asamblea Nacional la semana pasada la destitución de los diputados.
De inmediato la maquinaria parlamentaria fiel a Ortega defenestró a los legisladores, pese a que el presidente de la Sala de lo Constitucional del Poder Judicial, Francisco Rosales, asegurara que el hecho que Montealegre hubiese perdido la representación legal del PLI no afectaba a los “diputados electos por la voluntad popular”.

La Junta Directiva del Parlamento alegó como argumento legal para la destitución “transfuguismo político” al desobedecer las órdenes de Reyes. El jefe de la bancada sandinista, el diputado Edwin Castro, descartó las críticas de que el gobierno de Ortega eliminaba de esa forma todo rastro de oposición.

“Oposición existe, hay 17 partidos políticos más con personería jurídica en Nicaragua”, le dijo Castro, un hombre poco acostumbrado a dar entrevistas a periodistas independientes, a Univision Noticias. Estos “micropartidos” son denominados “zancudos” por la oposición despojada, una vieja tendencia usada por la dinastía de los Somozas, que también recurrió a ellos para aparentar la formalidad democrática electoral.

Estados Unidos y el sector privado de Nicaragua criticaron la destitución de los 28 diputados opositores. Los empresarios nacionales del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y la Cámara de Comercio Americana (AMCHAM) emitieron sendos comunicados en los que expresaron que defenestrar a los legisladores “profundiza la crisis política e incertidumbre”, y “debilita democracia, pluralismo político y división de poderes”.

Mientras que el gobierno de los Estados Unidos afirmó este lunes que se encuentra “profundamente preocupado por las acciones del gobierno de Nicaragua”. El comunicado firmado por el secretario adjunto y portavoz, John Kirby, desde la Oficina de Asuntos Públicos del Departamento de Estado sostiene que se han “cerrado los espacios democráticos, previo a la realización de las elecciones presidenciales y legislativas el próximo 6 de noviembre (…) urgimos al gobierno nicaragüense permitir comicios libres y justos”.

Murillo electa vice

No obstante, el presidente Ortega ha desdeñado las críticas vertidas y este martes defendió la legitimidad del proceso electoral, que la oposición califica de farsa. Según el mandatario, el Frente Sandinista aceptó en el “pasado sus derrotas electorales a pesar de los procesos fueron cuestionados y en algún momento se intentaron repetir”.

El discurso central de Ortega estuvo basado en la justificación de su esposa como candidata a la vicepresidencia y dijo que bajo su gobierno se pretende dar cabida a las mujeres en la política.

“Y para continuar con este buen gobierno, no dudamos en que la candidata a vicepresidenta fuera una mujer… ¿y quién mejor que la compañera Rosario? Con una labor puesta a prueba, con mucho sacrificio y sin horario”, sostuvo Ortega.

Murillo ha fungido todos estos años como una “copresidenta” de facto del gobierno sandinista. Ella administra “el día a día” de los asuntos gubernamentales y aparece a diario en la televisión nacional dando “avances” de las obras que realizan “en la patria cristiana, socialista y solidaria”. Pero ella no poseía un cargo de elección popular, que le permitiera aspirar a la presidencia en caso de ausencia de su marido.

NI6001. MANAGUA (NICARAGUA), 30/07/2016.- Trabajadores de la Alcaldía de Managua reparan una calle frente a un cartel con la imagen de la primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo (i), junto al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega (d), hoy, sábado 30 de julio de 2016, en el barrio Adolfo Reyes en el distrito 5 de Managua. La decisión de la Asamblea Legislativa de Nicaragua de destituir a la mayoría de los diputados opositores sumerge al país en una grave crisis política a tres meses de las elecciones generales de la que solo se favorece el presidente Daniel Ortega. EFE/Jorge Torres
NI6001. MANAGUA (NICARAGUA), 30/07/2016.- Trabajadores de la Alcaldía de Managua reparan una calle frente a un cartel con la imagen de la primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo (i), junto al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega (d), hoy, sábado 30 de julio de 2016, en el barrio Adolfo Reyes en el distrito 5 de Managua. La decisión de la Asamblea Legislativa de Nicaragua de destituir a la mayoría de los diputados opositores sumerge al país en una grave crisis política a tres meses de las elecciones generales de la que solo se favorece el presidente Daniel Ortega. EFE/Jorge Torres

De hecho, su candidatura fue toda una incógnita que corrió por los pasillos del partido gobernante durante meses. La “vieja guardia” del sandinismo se oponía a que Murillo ocupara la primera fila de la sucesión constitucional del poder, según fuentes ligadas al FSLN. La primera dama con su carácter se terminó imponiendo y acabó la incógnita la tarde de este martes, cuando fue inscrita oficialmente ante el Poder Electoral como candidata.

En las redes sociales la proclamación de Murillo fue comparada con la exitosa serie de Netflix House of Cards, en la que Claire Underwood anhela un puesto en la Casa Blanca, junto a su marido Frank. Murillo lució pletórica y no dejó de sonreír al oficializarse su candidatura.

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