viernes, noviembre 22, 2024

Una historia de amor tras un diagnóstico de Autismo

   «Dios nos bendijo con mi embarazo», así lo dijo María Andreina Tovar, venezolana radicada en Bélgica. Sin duda una gran bendición, pero vivirla lejos de sus seres queridos no estuvo fácil, al mismo tiempo le tocó estar en la espera de la decisión de las autoridades belgas en cuanto a su estatus migratorio.

El 20 de abril de 2014, María Andreina salió de Venezuela y llegó a Bélgica el 21 de abril de 2014. Llegó a ese territorio con visa de turista y su plan era quedarse por tres meses, pero la vida la sorprendió no solo a ella sino también a su pareja.

Precisamente el amor la llevó a Bélgica, conoció a su pareja por internet y luego de tener un buen tiempo de relación a distancia, querían estar juntos y formalizar su unión. Entonces iniciaron los trámites para registrarse como pareja y en ese tiempo debía permanecer en el país, al menos seis meses hasta esperar la respuesta. Pero es en ese transcurso quedó embarazada y la vida les cambió.

La vida con Lucas

Su pareja no quiso que ella regresara a Venezuela por la incertidumbre de lo que podía ocurrir en medio de la crisis. Así que lo mejor para los tres era quedarse y vivir su embarazo en ese país. Fue a los tres meses después de haber nacido su hijo Lucas, sí, un hermoso varón, que le dijeron de migración que podía quedarse.

Con su hijo Lucas

Previo al nacimiento de Lucas y en plena llegada, María Andreina no podía trabajar porque sus papeles no estaban en regla y se le complicó un poco más conseguir algo por su embarazo. Fue hasta cuando el pequeño cumplió un año que pudieron buscarle una guardería y así ella pudo trabajar y estudiar. Su primer empleo fue como investigadora de campo para una compañía de insumos médicos.

Con ganas de escribir y narrar la experiencia como inmigrante, creó un blog, «Mamá de Baggage», su intención era ayudar a otras madres hispanohablantes en Bélgica. Pero tras enterarse de que Lucas tenía Autismo de Alto Funcionamiento, entonces la temática del blog cambió y hoy dedica este espacio a sensibilizar a la sociedad sobre esta condición.

Esta venezolana conformó el grupo «Voluntarios por Venezuela en Bélgica», con el propósito de apoyar a organizaciones benéficas en su país natal.

Su mensaje fue claro y tiene que ver con ese reinventarse, asegura que «es necesario explorar qué nuevas opciones puede ofrecerles el nuevo país para crecer profesionalmente. Qué carreras son más demandadas y abrirse en lo posible a realizar nuevos estudios, aprender el idioma, hacer algún curso incluso los hay gratuitos y en línea, lo importante es tener la mente abierta».

Hasta la próxima historia.

Se despide,

Adriana Henríquez
@migrantesenvuelo

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