Maxton, NC.- Una fiesta en el pequeño poblado de Maxton, en el condado Robeson, NC, terminó en tragedia la madrugada del sábado 25 de octubre. Un tiroteo masivo dejó dos personas muertas y once heridas, generando conmoción en la comunidad y una intensa investigación liderada por la Oficina del Sheriff del Condado Robeson.
El hecho ocurrió alrededor de la 1:15 a.m., en una vivienda ubicada en el 298 Dixon Drive. Los agentes acudieron al lugar tras recibir reportes por música a alto volumen, pero mientras se dirigían al sitio, el centro de comunicaciones del condado (E911) comenzó a recibir múltiples llamadas alertando que varias personas habían sido alcanzadas por disparos.
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Al llegar, los oficiales encontraron los cuerpos de Jessie Locklear Jr., de 49 años, y Nehemiah Locklear, de 16, ambos residentes de Lumberton. Las autoridades confirmaron que ambos murieron en el lugar. Mientras los agentes aseguraban la zona, más víctimas comenzaron a llegar por sus propios medios a distintos hospitales de la región, entre ellos el Centro Médico del Sudeste de UNC en Lumberton y el Scotland Health Care en Laurinburg.
Una de las víctimas fue trasladada posteriormente a otra instalación médica por la gravedad de sus heridas, donde perdió la vida. El resto de los heridos —de entre 17 y 43 años— continúa bajo atención médica o ya recibió el alta.
Las víctimas sobrevivientes fueron identificadas como: un joven de 17 años de Maxton; Nicole Harris (18) y Anthony Harris (18) de Raeford y Maxton; Jerami Locklear (18) de Laurel Hill; Trevor Jacobs (18) y Tylon Locklear (20) de Pembroke; Kiona Oxendine (22) y Gabriel Bullard (27) de Lumberton; Erin Hatcher (23) de Pembroke; Lacy Chavis (29) de Shannon; y Delilah Locklear (43) de Lumberton.
El sheriff Burnis Wilkins condenó lo ocurrido y calificó el hecho como “otro acto sin sentido de violencia armada”. Señaló que la combinación de adolescentes, alcohol y armas provocó una tragedia evitable. “Las imágenes difundidas en redes muestran cómo el consumo de alcohol y las armas no se mezclan. Las consecuencias son trágicas una vez más”, advirtió.
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La División de Homicidios encabeza la investigación con el apoyo de múltiples agencias, entre ellas la ATF, la Policía de Fairmont, la Oficina del Fiscal del Distrito y el Manejo de Emergencias del Condado Robeson.
Las autoridades pidieron colaboración ciudadana. Cualquier persona con información puede comunicarse al 910-671-3100 o escribir al s.wilkins@robesoncountysonc.gov. El sheriff reiteró su compromiso con las familias afectadas y prometió que los responsables enfrentarán la justicia.
