Washington.- Un grupo de expertos ha coincidido en que la salud mental de los niños latinos en Estados Unidos enfrenta un panorama de crisis, especialmente en el ámbito psicológico.
En una entrevista en un reconocido medio de comunicación indican que las barreras culturales, la búsqueda de identidad y la falta de recursos han incrementado el riesgo de los jóvenes a sufrir problemas psicológicos.
Al respecto, Ariana Hoet, directora ejecutiva clínica de la Fundación para la Salud Mental de los Niños, señaló que “cuando se trata de los niños latinos vemos que están a más altos riesgos de cosas como depresión, ansiedad, comportamientos o pensamiento suicida. Entonces sabemos que si ya los niños en general están en crisis, para los niños latinos nos preocupamos aún más”.
Por su parte, un reciente estudio del Centro de Investigaciones Pew reveló que un 44 % de hispanos manifestaron que los retos para comunicarse con sus profesionales de la salud son una de las mayores razones por las que los estos están expuestos a tratamientos menos efectivos.
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Niños nacidos en EE.UU. con padres latinos
De la misma manera, señalan que los factores de riesgo se observan sobre todo entre los niños que nacieron en EE.UU. de padres latinos y aquellos que tuvieron que migrar con sus padres desde sus países de origen.
Hoet, destacó que “les cuesta mucho encontrar identidad… Ya es suficientemente difícil cuando uno es niño encontrar cuál es su lugar en este mundo y estos niños se encuentran sintiendo como que no son ni de aquí ni de allá”.
Asimismo, destacan que los jóvenes latinos son los menos propensos a buscar servicios de salud mental en comparación con sus contrapartes blancos.
Además, durante los últimos años otro factor de riesgo es el denominado “la paradoja del inmigrante”, la cual establece que los hijos de inmigrantes corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental debido al estrés que sufren por la inmigración y los prejuicios en el país de acogida.
En este sentido, la Asociación Estadounidense de Psicología reveló que menos del 8% de los psicólogos en el país son hispanos,. Sin embargo, tan solo un 5,5 % de ellos dicen poder proveer servicios en español, lo que aumenta las barreras para los niños.
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