San Francisco, California.- Un segundo vuelo aterrizó en Sacramento, proveniente desde Texas, el lunes 5 de junio, que transportaba a 20 inmigrantes al tiempo que las autoridades revisan qué papel jugó Florida en esta operación, de acuerdo a la oficina del fiscal general de California.
Se sabe que los migrantes llevaban sus documentos donde se refleja que el estado de Florida estaba involucrado. Así lo confesó la oficina general de California, que recordó que el pasado viernes, 2 de junio, más de una docena de inmigrantes llegó en condiciones similares.
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Para el 2022, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, lideró un vuelo con decenas de inmigrantes de Texas a Martha ‘s Vineyard. Esta es una isla vacacional de Massachusetts.
Segundo vuelo llega a Sacramento con inmigrantes con documentos de Florida
Como respuesta a esta estrategia de DeSantis los grupos que representan a estos inmigrantes presentaron demandas, partiendo de la premisa de que fueron engañados. De este modo, la Oficina del Sheriff del condado de Bexar en Texas dirigió una investigación.
.@RonDeSantis you small, pathetic man.
This isn't Martha's Vineyard.
Kidnapping charges?
Read the following. https://t.co/kvuxe8Fb6F pic.twitter.com/KyE1lJiIYo
— Gavin Newsom (@GavinNewsom) June 5, 2023
Al mismo tiempo recomendó que el condado presentará cargos penales, incluidos delitos graves y menores de restricción ilegal, según en un comunicado.
This morning, a second flight of asylum seekers touched down in Sacramento.
We're investigating the circumstances by which they were brought to California.⁰
State-sanctioned kidnapping is immoral.— Rob Bonta (@AGRobBonta) June 6, 2023
Por su parte, el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, etiquetó a su homólogo de Florida, DeSantis, como un «hombre pequeño y patético». Newsom aprovechó el tuit para amenazar al gobernador de Florida, «Esto no es Martha ‘s Vineyard».
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Por el momento, el fiscal general de California, Rob Bonta reveló el fin de semana en un comunicado, «Mientras continuamos recolectando evidencia, quiero decir esto muy claramente: el secuestro sancionado por el Estado no es una opción de política pública, es inmoral y repugnante».
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