Fue muy difícil ver a sus hijos dormir en la alfombra, pero luego de verlos felices y hablando incluso en inglés, se convenció que la decisión fue la correcta. La protagonista de esta historia hizo las maletas tres veces para regresarse a su país natal, es una mujer que cree en el poder de la palabra, en el mapa de intención, cree que con esfuerzo, paciencia y constancia se puede alcanzar todo lo que se proponga. #MiVuelo presenta a Yorsa Martínez.
Emigró el 20 de enero de 2017, su familia era señalada de opositora, de hecho, su casa de años fue relacionada siempre con el partido político Acción Democrática y luego un intento de secuestro de su hijo la convenció de que debía salir del país. Se negaba a hacerlo decía que no se iría de su amada Venezuela, pero tras ver a su hijo en esa situación todo cambió.
En Venezuela Yorsa tenía un negocio donde vendía cremas y todo en perfumería importada, de hecho, viajaba regularmente a Aruba y Curazao en busca de mercancía. Paralelo hacía consultas de psicoterapia, que por cierto retomó en los Estados Unidos en medio de la pandemia.
Al llegar a los Estados Unidos específicamente a Orlando, desconocía muchas cosas, pero afortunadamente quienes la recibieron a ella y a su familia los ayudaron orientándolos en varios aspectos importantes. Con esas personas vivieron dos meses, eran muchos en un apartamento y luego pudieron gestionar el alquiler de uno para vivir, dieron casi todo lo que llevaban, la otra parte de sus ahorros la invirtieron en un carro que le permitiría al esposo trasladarse al trabajo.
Emigrar y sus días complejos
Yorsa duró tres meses desde que llegó sin trabajar, le daba miedo montarse en los autobuses, eso le recordaba a situaciones vividas en Venezuela. Destacó que fueron meses muy duros, cuando lograron mudarse, ver a sus hijos y ella misma dormir en la alfombra por algunos días hasta lograr comprar algunas cosas no fue fácil, pero poco a poco fueron resolviendo. Además, logró con sus primeros trabajos aportar a su hogar, “a través de los amigos que nos recibieron conocí a un cubano que su esposa es venezolana y necesitaban a alguien que los ayudara en la cocina de su restaurante, es así como inicié a trabajar, pero no por mucho tiempo, luego trabajé de housekeeping por tres meses”.
Cuando Yorsa logró entrar a trabajar en la pintura sabía que le serviría de trampolín para obtener lo que le faltaba para emprender, ella ya sabía lo que quería desarrollar, entonces poco a poco fue comprando lo que necesitaría para dar el paso y ofrecer arreglos hechos con frutas, así nace “Delisfruit”. Cada día iba menos a trabajar de pintura porque estaba más ocupada en las labores de su emprendimiento, la ventaja es que tenía un jefe maravilloso con el que podía coordinar sus horas disponibles.
Qué bonito Yorsa verte alcanzar las metas y convertida en toda una Psicoterapeuta, Coach, Costeladora Familiar, Tarotista y más, con el fin de ayudar a otros a crear su mejor versión. Tu mensaje fue claro y tan lleno de tu experiencia por esta cruzada migratoria, dijo “todo es cuestión de plasmarlo, buscar lo que necesitas para lograr lo que quieres, no se quejen, agradezcan por todo lo que tienen, tengan paciencia que, así como aprendemos a gatear, luego a caminar y en ese transcurso nos damos golpes, se puede crecer y disfrutar lo que haces”.</b>
Gracias por leer esta historia y conéctate con esta vibra tan bella porque #TuSiPuedes
Hasta la próxima historia, se despide
Adriana Henríquez
@migrantesenvuelo