Fue el 7 de enero de 2019 cuando Maira viaja a Ecuador, sus hijos se encontraban en ese país desde hace dos años, por lo que serían días muy emocionantes, volverlos a abrazar, compartir con ellos. Al llegar, ellos se ocuparon de llevarla a conocer Guayaquil y disfrutar de sus lugares, gastronomía y compartir con sus amigos tanto venezolanos como ecuatorianos.
Al pasar los días y viendo las oportunidades decide quedarse. Entonces entre las primeras diligencias que hace es visitar el Club Rotario para darle continuidad a la acción social que desarrollaba en Venezuela. En su país tenía una empresa de Desarrollo y Capacitación de Talento, allí impartía junto con un equipo de profesionales cursos, conferencias al público en general y a empresas.
Tiempos desafiantes
A Maira le tocó atravesar la pandemia de Covid-19 en Ecuador, quizás los momentos más complejos, dijo «este país se vio muy afectado en el sector de la salud, motivado a que no estaba preparado para solventar esta situación, y mi hijo en plena pandemia se vio afectado por el estrés al punto de convulsionar y casi morir, sin poder conseguir un centro donde lo pudieran asistir».
Extraña a su madre de 94 años de edad, a su familia, amigos y las playas de Venezuela, pero a pesar de ello ha podido engranar en su nuevo nido, le gusta la gente, cultura, la moneda, el clima y ha demostrado su pasión.
Dijo «dar capacitación y acompañar a las personas en su proceso de transformación de su ser, al principio y hasta ahora es lo que he hecho en este país». A través de su cuenta Instagram @mairafullvibra muestra un contenido motivador, su perfil dice «hago que la gente vibre y se conecte para lograr sus deseos y metas».
Esta life coach dejó este mensaje: «salir de tu país para otro país no es fácil, desde mi mirada te puede contar que las emociones danzan sin poder controlarlas, hay días en que estás en bienestar y hay otros en que estás en malestar sintiendo que te lanzan hacia un hueco oscuro. De allí es que sale tu fuerza en reconocer la luz interior que habita dentro de tu Ser para meter luz en la oscuridad. Te regalo estás tres palabras que te van a facilitar al emigrar: Propósito, enfoque y movimiento. Si tienes un propósito tienes una ruta en la cual te vas a enfocar moviéndote hacia eso que quieres lograr».
Gracias Maira por transmitir tu experiencia y por demostrar con pasión que se puede hacer mucho desde cualquier parte donde nos encontremos.
Me despido, hasta la próxima historia,
Adriana Henríquez