Washington, DC.- Un estudio reveló la verdadera antigüedad de la Luna, luego de más de 50 años de que la Misión Apolo 17 de la NASA de 1972 -última misión lunar que vio caminar a los astronautas Harrison Schmitt y Eugene Cernan sobre la Luna-, y trajera consigo unos 110.4kg (243 libras) de muestras de rocas que regresaron a la Tierra para un profundo estudio.
50 años después, los cristales del mineral circón dentro de un fragmento de roca ígnea de grano grueso recolectado por Schmitt, están desvelando a los científicos información única sobre la formación de la Luna.
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Este análisis demostró que el satélite natural que orbita a la Tierra, es 40 millones de años más antiguo de lo que las teorías aseguraban. Es decir, 40 millones de años dentro de los 110 millones de años posteriores al nacimiento de nuestro Sistema Solar.
Roca recolectada por el astronauta del Apolo 17 en 1972 revela la verdadera antigüedad de la Luna
El estudio determinó que la principal hipótesis se basa en que durante la caótica época temprana del Sistema Solar, un objeto del tamaño del Planeta Marte, llamado Theia chocó contra la Tierra inicial.
Como producto de esta colisión, se arrojó magma o roca fundida al espacio, lo que formó un disco de escombros que quedó girando alrededor de la Tierra. Posteriormente, este material se fusionó en lo que hoy es la Luna.
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— EAG (@EAG_) October 23, 2023
No obstante, para el estudio es muy complejo determinar el momento exacto de la formación de la Luna.
Tras 50 años del regreso del Apolo 17 con las muestra de «roca Lunar»
El magma se enfrió y solidificó formando cristales minerales, que fueron sometidos a un método de tomografía con sonda atómica que permite conocer la edad de los sólidos. Estos cristales de circón fueron encontrados dentro del fragmento de la roca, conocida como Norita.
Bidong Zhang, científico planetario de la UCLA y coautor del estudio destacó, «Curiosamente, todos los minerales más antiguos que se encuentran en la Tierra, Marte y la Luna son cristales de circón. El circón, no el diamante, dura para siempre».
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También agregó Zhang, «La luna ayuda a estabilizar el eje de la Tierra para lograr un clima estable».
Para concluir, el cosmoquímico Philipp Heck y autor principal del estudio publicado por la revista Geochemical Perspectives Letters, dijo, «El impacto gigante que formó la Luna fue un evento catastrófico para la Tierra y cambió la velocidad de rotación de la Tierra.
Finalmente remató, «Después de eso, la Luna tuvo un efecto en la estabilización del eje de rotación de la Tierra y la desaceleración de la velocidad de rotación de la Tierra».
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