Nuevo León, México.- Un hospital rural neoleonés fue testigo del nacimiento de una bebé con una cola de, aproximadamente de 6 centímetros, con padres sanos y no consanguíneos que previamente habían concebido a un hijo, igualmente sano, así lo dio a conocer el Bb.
Los doctores precisaron que la bebé contaba con una estructura en forma de cola, de 5.7 cm de longitud y entre 3 y 5 mm de diámetro, luego de nacer. Es decir, que en los exámenes protocolares de embarazo los doctores no se percataron de este detalle.
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El informe dio a conocer que la cola se encontraba en la hendidura interglútea. Además se precisó que durante el embarazo la madre no estuvo sometida a exposición radiactiva o a teratógenos -agentes considerados capaces de generar defectos congénitos-.
Se registró el nacimiento de una bebé con cola de casi 6 centímetros de largo en Nuevo León, al norte de México
Al mismo tiempo el informe detalló que la cola era una estructura blanda, cubierta de piel y pelo fino. La misma se podía mover, pasivamente, sin dolor pese a que no mostraba movimientos espontáneos. Finalmente, se confirmó que había conexión nerviosa con el bebé, luego de hacer una prueba de dolor con una aguja y detectar que la bebé reaccionó con llanto.
Al cumplir los dos meses la bebé fue revaluada por el equipo de cirugía general y los pediatras, descubriendo que la cola había crecido 0.8 centímetros. Entonces, se tomó la decisión de extirpar y reconstruir la zona afectada con la técnica de Plastia de Limberg.
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Posteriormente, la cola ya separada del bebé fue sometida a más análisis donde se reveló que la cola estaba compuesta de tejido fibroadiposo, estructuras vasculares y nerviosos, cubiertos por piel, sin alteraciones histopatológicas.
Se concluyó que el caso de Nuevo León corresponde a una verdadera cola humana -de acuerdo con la clasificación mundial de la literatura médica descritas por Dao y Netsky en 1984-. Ya que no fue asociada a otras malformaciones y su locación -región sacrococcígea-, es la más frecuente para encontrar colas humanas.
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