El protagonista de esta historia nos llena de mucho orgullo, pasó de vender aguas entre otras cosas en las calles de Guayaquil, Ecuador a montar su negocio de venta de comida venezolana. Lo ayuda un equipo de mujeres valiosas y trabajan muy fuerte. #MiVuelo presenta a Ender Lacruz.
Ender salió de Venezuela el 26 de noviembre de 2017, ya son más de 5 años en Guayaquil, Ecuador. De su experiencia tras emigrar dice que lo más duro es dejar a la familia, separarse de sus hijas. Al principio el choque entre culturas le pareció fuerte, a pesar de mucho parecido a su país, las diferencias son notables, la manera de ser del ecuatoriano, de hablar, su comportamiento del día a día, pero todo es un proceso de adaptación en el que ha podido asimilar que el ecuatoriano sobretodo el costeño es muy abierto y dispuesto a relacionarse e intercambiar su cultura.
Este merideño tenía en Venezuela un pequeño cafetín en el que vendía tequeños, pasteles, arepas. Al llegar a Ecuador como muchos otros inmigrantes empezó vendiendo en las calles, “vendía aguas en los semáforos y también otras cosas, así comencé hasta que conseguí un trabajo de parrillero en un negocio de parrillas uruguayas y eso me dio la estabilidad económica que necesitaba”.
Nace Tekejoropo
Luego de un tiempo Ender decide emprender y montar su propio espacio, en el que ofrecería la gastronomía venezolana, tequeños, pasteles, arepas y platos fuertes de almuerzos como: sancocho, pabellón y más. En @tekejoropo como se llama su negocio y lo ubican así en Instagram, trabajan con pasión. A Ender lo acompaña un equipo de mujeres que trabajan bastante, pero agradecidas por la oportunidad.
Destaca que Ecuador es el cuarto receptor de venezolanos en América Latina y el Caribe (después de Colombia, Perú y Chile) con una población estimada de más de 240.000 migrantes a principios de junio de 2019. En el primer semestre de 2018, el saldo migratorio de ciudadanos venezolanos en Ecuador fue positivo, alcanzando las 71.302 personas.
A pesar de los desaciertos de muchos venezolanos en Ecuador, otros han podido salir adelante y demostrar que sí se puede, con disciplina, esfuerzo, dedicación, como dijo Ender “trabajen todos los días con ganas, batallen por su familia y por ustedes mismos”.
Hasta la próxima historia, se despide,
Adriana Henríquez