Ciudad de México, México.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reconoció, por primera vez este jueves, que el gobierno de México espió el teléfono de un activista de derechos humanos enfatizando que esta acción «era legal», como parte de una investigación sobre un presunto miembro de una pandilla.
La acusación se remonta al caso de 2020 del destacado activista Raymundo Ramos, sin embargo, el informe conoció la luz este mes. Esta publicación demostró que los militares tenían acceso a los mensajes que Ramos enviaba a los periodistas.
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Sin embargo, AMLO en distintas oportunidades ha negado la existencia de actividades espías a activistas, periodistas y opositores en su gobierno. Pese a que enaltece diversos trabajos de inteligencia enfocados en combatir el crimen en México.
AMLO justificó las acusaciones de espionaje donde México espió el teléfono de un destacado activista
En respuesta a esta acusación AMLO respondió refiriéndose a Ramos, «Este ciudadano… estaba hablando por teléfono con un presunto narcotraficante». Además el presidente mexicano justificó, «Como el presunto narcotraficante estaba siendo investigado, obtuvimos esta grabación».
El presidente López Obrador considera que las acciones de vigilancia del #EjércitoEspía no son ilegales, aunque no ha logrado explicar ni el objetivo ni la base legal con la que la Sedena intervino las comunicaciones de un defensor de #derechoshumanos. https://t.co/qgfSlmdQCb
— R3D (@R3Dmx) March 23, 2023
De hecho, el Centro Nacional de Inteligencia de México fue el organismo involucrado en el caso de intervención de teléfonos. AMLO argumentó que la entidad tiene como objetivo investigar presuntos delincuentes, y que se pueden intervenir los teléfonos con la autorización de un juez.
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Así pues, el grupo mexicano de derechos digitales R3D sumado al grupo de vigilancia digital Citizen Lab que tiene sede en Toronto, registraron que el teléfono de Ramos fue atacado por Pegasus en 2020. Consolidando los usos espías indebidos durante la gestión de AMLO.
Tras las declaraciones, la oficina de AMLO en un comunicado resaltó que algunos documentos filtrados no se pueden comprobar, «Algunos documentos difundidos en los medios sobre presuntos actos de espionaje no son oficiales. No están firmados ni avalados por ninguna autoridad competente». Lo que permite etiquetar como «apócrifos» o de dudosa autenticidad.
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