Washington, DC.- El presidente Biden firmó, este lunes, una ley que recoge el aumento de gasto en defensa para el año 2022, demostrando un giro en su estrategia internacional, dejando de lado a Afganistán y centrando su poder en China y Rusia.
Asimismo, la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), fue aprobada el 15 de diciembre en el Senado, con 89 votos a favor y 10 en contra. La ley envuelve un presupuesto de 760.000 millones de dólares.
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De esta manera, el proyecto incluye 24.000 millones de dólares adicionales a los que Biden había solicitado para el Pentágono. Lo que supone un crecimiento del 5% con respecto al 2021. Situación que ya tiene sus retractores en el ala progresista del Partido Demócrata.
El aumento de gasto en defensa de este año fue más complicado por todo el contexto mundial
The Bipartisan Infrastructure Law reauthorizes surface transportation programs for five years as well as investing an additional $110 billion to repair and rebuild our roads and bridges with a focus on climate change mitigation, resilience, equity, and safety for all users.
— The White House (@WhiteHouse) December 27, 2021
Pero, la medida recoge 7.100 millones de dólares para robustecer la capacidad de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en el Océano Pacífico. Esto, con la idea de hacer frente a China y, además, destina 300 millones a la alianza militar con Ucrania frente a Rusia.
When I took office, our economy was on the brink of collapse.
Now, Americans have more money in their pockets than before the pandemic, and retail sales were up 8.5% compared to last holiday season.
— President Biden (@POTUS) December 27, 2021
Al mismo tiempo, Biden estableció la creación de una comisión independiente para evaluar la guerra en Afganistán. Considerada la más larga de la historia de EE. UU. y a la que Washington puso fin el pasado 30 de agosto.
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Finalmente, salió del texto una propuesta para limitar el poder que los presidentes de EE. UU. tienen para usar la fuerza contra posibles enemigos. Considerada una capacidad que constitucionalmente recae sobre el Congreso pero que recayó parcialmente a la Presidencia tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
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