Raleigh, NC.- La Oficina del Procurador General de Carolina del Norte alertó a los profesionales de la salud sobre llamadas telefónicas fraudulentas con la que buscan estafar a este grupo en el estado.
El procurador Josh Stein explicó el modus operandi de los estafadores. Estos se ponen en contacto con miembros del sector la salud para avisar que supuestamente su licencia profesional ha sido robada y está siendo utilizada en actividades delictivas.
Para hacer ver más creíble la estafa, estas llamadas en ocasiones pueden ir acompañadas de cartas. A éstas le ponen un membrete que parece legítimo. Además las firman representantes falsos de la junta de licencias.
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Los estafadores hacen creer a las víctimas que las actividades ilícitas con su licencia son investigadas por el FBI y otras agencias de aplicación de la ley.
Josh Stein está atento antes estas falsas llamadas y pidió a los profesionales de la salud estar alertas.
Consejos del procurador
- No confíe en una llamada o carta de alguien que no conoce. La información de la licencia a menudo se puede encontrar fácilmente en línea. Los estafadores la usarán para que parezca que son autoridades legítimas.
- Nunca des información personal o financiera a menos que hayas verificado que estás hablando con la persona adecuada.
- Si desea determinar si un mensaje es creíble o si le preocupan los cambios en el estado de su licencia, busque la información de contacto de su junta de licencias de forma independiente y comuníquese con ellos directamente.
Si cree que usted o alguien que conoce es víctima de una de estas llamadas o cartas fraudulentas, cuelgue y no responda. Debe informar el incidente a su junta de licencias para que estén al tanto de la actividad fraudulenta. También denunciarlo a la División de Protección al Consumidor al 1-877-5-NO-SCAM.
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Otros fraudes telefónicos
Josh Stein ha estado alerta a las llamadas fraudulentas de grupos de estafadores. Recientemente advirtió de delincuentes que manipulan la tecnología. Así lograr que parezca que la víctima recibe una llamada de una persona que conoce o de una empresa o agencia legítima.
Los delincuentes fingen ser funcionarios judiciales y amenazan con emprender acciones legales o arrestos. Para evitar esos falsos procesos la víctima debe proporcionar información personal o financiera.
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