Charlotte, NC.- José Santos dio una valiente lucha por la vida desde que nació. Las complicaciones de salud y las cirugías formaron parte de las adversidades que tuvo que superar.
El 8 de abril, día del eclipse solar, José falleció a los 23 años de edad. Había sobrevivido a una cirugía de trasplante de corazón, un derrame cerebral, cáncer y otras complicaciones, pero él siguió intentándolo hasta sus últimos días.
El “Niño Guerrero”, como era conocido en los hospitales, tuvo su primera cirugía cuando tenía un mes de haber nacido. Los médicos dijeron que corría el riesgo de sufrir una embolia, un derrame cerebral o morirse. “Pero mi hijo sobrevivió”, recordó Aurelia Santos.
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Esta madre contó a Progreso Hispano News el largo proceso de adversidades de salud que enfretó su hijo. A los cuatro años tenía complicaciones en el corazón y comenzó tratamiento. A los 10 años necesitó una válvula de adulto. Fue una intervención riesgosa. “No iba a sobrevivir”.
En 2014, a los 13 años, José Santos tuvo una complicación en los riñores. Su madre lo llevó al médico y lo dejaron internado porque necesitaba un trasplante de corazón.
El “Niño Guerrero” estuvo siete meses internado en el Levine Children’s Hospital en espera de un corazón. “Ya era el último día y no me daban esperanzas. Esa noche un helicóptero llegó con un corazón”, contó Aurelia Santos.
La felicidad duró poco. Dos días después de la cirugía un derrame cerebral dejó al niño con parálisis en la mitad del cuerpo y además perdió la memoria.
Luego de un proceso de terapias, José Santos volvió a caminar y recuperó la memoria.
A pesar del desgaste de salud, José Santos era optimista y llevaba una vida feliz. En la escuela tenía buenas calificaciones y se graduó en High School.
Sin embargo, su condición médica ameritaba una nueva cirugía. Después de la anestesia no despertó. La reanimación cardiopulmonar y le devolvió la vida.
José Santos y su valiente lucha por la vida
Más adelante, una nueva batalla llegó a su vida: un cáncer de tiroides que ameritó su regreso al quirófano. Los médicos fueron claros con los riesgos; sin embargo, el joven hispano apostó una vez más por la vida.
Aurelia Santos contó que los médicos dieron 1% de probabilidades de salir con vida de la operación. Si no era intervenido su esperanza de vida se reducía a un año y medio.
“Dios hizo otro milagro”, expresó esta madre.
Pero dos días después de la cirugía, José Santos sufrió un paro cardíaco que lo envió nuevamente al hospital, donde entregó su lucha y no volvió a salir con vida.
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“Tuve que desconectarlo, yo no quería, duré casi cuatro semanas insistiendo en que Dios iba a hacer un milagro, pero creo que Dios ya lo necesitaba”, expresó Aurelia Santos.
Aurelia sabe que su hijo luchó hasta el final. En medio de su dolor cree que ya José no está sufriendo más.
Ahora, esta madre soltera tiene una nueva batalla abierta: las deudas. Todavía debe $6,000 por los gastos del funeral. Su hija mayor optó por iniciar una campaña de recaudación de fondos en la plataforma GoFundMe. Las personas que deseen colaborar pueden ingresar AQUÍ.
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