El protagonista de esta historia lleva más de 5 años en los Estados Unidos, tras un episodio donde estuvo secuestrado decide emigrar. Su pasión va de la mano con grandes eventos porque a este venezolano le encantan los efectos especiales. #MiVuelo presenta a Ali Riera.
Fue el 23 de mayo de 2017, cuando Ali viaja junto a su esposa a los Estados Unidos y llega a la ciudad de Miami. Antes de salir de su país, había asistido a una convención de fuegos artificiales con la Asociación Pyrotechics Guild International por sus siglas PGI a la que estuvo afiliado, cuando retorna a Venezuela a las pocas semanas sucede que lo secuestran por seis horas en su apartamento.
En Venezuela Ali se dedicaba a realizar efectos especiales, pirotecnia para diferentes eventos y hacía giras con artistas que requerían de sus servicios por todo el país, asegura tener una trayectoria de 21 años. Sin embargo, su vida dio un giro importante y al llegar a los Estados Unidos y poder trabajar lo hizo como muchos lo hacen en el sector construcción, por casi 3 años, estaba de lunes a viernes y los fines de semana tenía de part time los eventos como Stage Hand.
Ali dijo «hoy me siente orgulloso de lo que he logrado». Ahora vive en Carolina del Sur y está dedicado por completo a su profesión y lo consiguió gracias al part time de los fines de semana.
Trayectoria y Aprendizaje
Este venezolano que extraña a su familia dijo «empecé mi carrera de pirotecnia y efectos especiales a la edad de 15 años en el negocio familiar, soy de la segunda generación en este medio, sin embargo ha sido un camino de aprendizaje al comprometerme a actualizar mis conocimientos con respecto a: equipos, técnicas más modernas en el mercado, nuevos efectos especiales, tomando así diferentes cursos y workshop con empresas de renombre para así cumplir las necesidades de nuestros clientes y siempre mantenerme en la actualidad del mundo del espectáculo”.
A Ali lo pueden ubicar en la red social Instagram como @alispfx y desde allí muestra lo que hace en cada evento.
Me despido, hasta la próxima historia,
Adriana Henriquez