Washington.- La Casa Blanca, anunció el lunes 20 de octubre que el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, y el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, firmaron un histórico y multifacético acuerdo diseñado para transformar la cooperación bilateral.
En un comunicado, explicaron que el acuerdo se basa en tres pilares fundamentales: el dominio de minerales críticos, la profundización de la defensa y la promoción de la prosperidad económica y tecnológica.
Señalaron que este pacto, respaldado por miles de millones de dólares en inversiones inmediatas y billones a futuro, posiciona a la alianza como un modelo de cooperación global en cadenas de suministro y seguridad.
De la misma manera, la Casa Blanca, detalló que el eje central del acuerdo es el «Marco de Minerales Críticos», una ambiciosa iniciativa para liberar el vasto potencial de los recursos naturales de ambas naciones y reducir la dependencia de cadenas de suministro vulnerables.
En este sentido, explicaron que los gobiernos se comprometieron a invertir conjuntamente más de 3.000 millones de dólares en proyectos de minerales críticos en los próximos seis meses, con recursos recuperables estimados en la asombrosa cifra de 53.000 millones de dólares.
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El Departamento de Guerra también invertirá en Australia
Por otro lado, indicaron que para catalizar esta inversión, el Export-Import Bank de Estados Unidos ya ha emitido siete Cartas de Interés por más de 2.200 millones de dólares en financiamiento, con el potencial de desbloquear hasta 5.000 millones de dólares en inversión total.
Adicionalmente, acotaron que el Departamento de Guerra de EE.UU. invertirá en la construcción de una refinería de galio avanzado en Australia Occidental, un paso clave hacia la autosuficiencia en el procesamiento de minerales esenciales para la alta tecnología y la defensa.
Por último, señalaron que el acuerdo fomenta una prosperidad económica sin precedentes. Se anunció que los fondos de superannuation (jubilación) de Australia aumentarán sus inversiones en Estados Unidos a 1.44 billones de dólares para 2035, un incremento de casi un billón de dólares que, según la Casa Blanca, creará «decenas de miles de nuevos empleos bien remunerados para los estadounidenses».
La cooperación se extenderá al espacio, con un acuerdo marco entre la NASA y la Agencia Espacial Australiana para que Australia desarrolle un rover lunar para el programa Artemis, y al ámbito tecnológico, con un «Acuerdo de Prosperidad Tecnológica» para colaborar en inteligencia artificial, computación cuántica y otras tecnologías críticas.
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