Monroe, NC.- Un simple control de tránsito en la U.S. 74 terminó revelando un caso de identidad falsa, órdenes de arresto pendientes y el hallazgo de una cantidad significativa de fentanilo. La Unidad SAFE realizaba labores rutinarias de vigilancia cuando los agentes detectaron un Kia plateado que circulaba únicamente con la tercera luz de freno en funcionamiento. La infracción motivó una parada que, minutos después, se transformó en un procedimiento de mayor alcance.
Durante la verificación, los agentes observaron que el pasajero del asiento trasero no llevaba cinturón de seguridad. Le solicitaron su identificación y recibieron un nombre que generó sospechas inmediatas. El escáner de huellas dactilares confirmó lo que los agentes intuían: el pasajero era en realidad Eugene Boateng, residente de Charlotte, quien tenía dos órdenes de arresto vigentes en Union County por tráfico de opioides y heroína.
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Mientras la situación avanzaba, Boateng quedó bajo custodia y los agentes solicitaron autorización al conductor del Lyft para registrar el vehículo. Con el consentimiento otorgado, procedieron a revisar el interior. En el compartimiento de la puerta donde Boateng había estado sentado, localizaron 34.83 gramos de fentanilo, una cantidad considerada suficiente para enfrentar cargos de tráfico en el estado.
El traslado de Boateng al Centro de Detención de Union County quedó a cargo de la Unidad SHIELD. A las órdenes pendientes se sumaron dos nuevos cargos relacionados con tráfico de opio o heroína, lo que elevó el peso judicial del caso.
Boateng fue presentado ante un funcionario judicial, quien fijó una fianza de 70.000 dólares. Desde entonces, permanece detenido en el Union County Detention Center, donde sigue bajo custodia mientras avanzan los procedimientos legales correspondientes.
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El operativo refleja cómo una infracción de tránsito aparentemente menor puede derivar en la identificación de actividades criminales más graves. Las unidades de vigilancia vial continúan aplicando controles que detectan no solo violaciones a las normas de tránsito, sino también delitos vinculados al tráfico de estupefacientes, uno de los desafíos más persistentes en las carreteras del estado.
