Mooresville, NC.- Un residente de Mooresville enfrenta múltiples cargos relacionados con la explotación sexual de menores tras una investigación iniciada por una ciberpista proveniente del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC). El Departamento de Policía de Mooresville (MPD) identificó a James Joel Letarte, de 67 años de edad, como el propietario de una cuenta de internet vinculada a la posesión de material de abuso sexual infantil (CSAM, por sus siglas en inglés).
El 11 de julio de 2025, agentes de la División de Investigaciones Criminales del MPD ejecutaron una orden de registro en su residencia ubicada en el 117 de Holly Ridge Drive. Durante la intervención, incautaron numerosos dispositivos electrónicos a los que realizaron análisis forense. El contenido recuperado permitió confirmar la existencia de un volumen considerable de CSAM en aparatos asociados directamente a Letarte.
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Como resultado, Letarte fue arrestado por dos cargos de explotación sexual de menores en segundo grado y dos cargos adicionales en tercer grado. Las autoridades establecieron una fianza inicial de 50.000 dólares, que el acusado logró pagar, obteniendo su liberación temporal.
Sin embargo, el caso tomó un nuevo giro el 16 de julio, cuando la investigación reveló nuevos elementos incriminatorios. Detectives del MPD procedieron a detener nuevamente a Letarte, esta vez por diez cargos adicionales de explotación sexual infantil en tercer grado, junto con una acusación por resistencia, retraso y obstrucción a un funcionario público.
Actualmente, Letarte permanece bajo custodia en la cárcel de Iredell County sin derecho a fianza, mientras el caso continúa bajo investigación. Las autoridades no descartan que se presenten más cargos a medida que avanzan los análisis digitales.
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El Departamento de Policía de Mooresville reiteró su compromiso con la protección de los menores y alentó a la comunidad a reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con la explotación infantil. Las denuncias pueden realizarse de forma anónima a través de las líneas habilitadas por la policía local o directamente ante el NCMEC.
El caso resalta la importancia del trabajo coordinado entre las agencias de seguridad y los centros nacionales de protección infantil para identificar y procesar a individuos involucrados en delitos de esta naturaleza.