New Jersey.- Dos de los cuatros migrantes indocumentados que habían escapados del Centro de Detención Delaney Hall, en New Jersey, fueron capturados por autoridades policiales.
Así lo dio a conocer el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a través de un comunicado en la que detalló que el suceso se registró el 12 de junio y hasta el momento, otros dos migrantes a los cuales los calificó de “delincuentes”, aún se encuentran prófugos.
Explicaron que el primer prófugo fue detenido el 13 de junio, quien fue identificado como Joel Enrique Sandoval-López, proveniente de Honduras. Fue arrestado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el FBI y la Policía de Passaic en Passaic, New Jersey. “Durante el arresto, Sandoval-López pateó y amenazó con matar a los agentes del orden. Los antecedentes penales de este migrante incluyen posesión ilegal de una pistola y agresión con agravantes”.
Mientras que el otro detenido fue identificado como Joan Sebastian Castaneda-Lozada, de nacionalidad colombiana. El 15 de junio, Castaneda-Lozada se entregó a agentes del FBI y del ICE en Milleville, New Jersey
Castaneda tiene antecedentes penales que incluyen arrestos por robo, hurto y conspiración para cometer robo, intentó entregarse a las autoridades locales en la comisaría de Bridgeton de la Policía Estatal de Nueva Jersey.
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Ofrecen recompensa para lograr la captura de los otros migrantes
Por otro lado, detallaron que el Centro de Detención de Delaney Hall es privado y tiene como objetivo brindar servicios de alta calidad, incluyendo acceso a atención médica las 24 horas, visitas legales y familiares presenciales y virtuales, acceso a bibliotecas generales y legales, servicios de traducción, comidas aprobadas por nutricionistas, dietas religiosas y especiales, actividades recreativas y oportunidades para que los detenidos practiquen sus creencias religiosas.
Por último, el DHS alentó al “público a llamar al 911 o a la línea de denuncia del ICE: 866-DHS-2-ICE si tienen información que pueda ayudar a localizar a los dos delincuentes extranjeros indocumentados que siguen prófugos. El DHS y el FBI ofrecen una recompensa de $10.000 a quien proporcione información que conduzca al arresto de estas amenazas a la seguridad pública”.
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