Se trata de la venezolana Jeniree Irausquin, quien formó un equipo de kickingball en Texas y en tan poco tiempo de haber llegado a los Estados Unidos, ha podido unir a mujeres que se ven atraídas por este deporte.
Jeniree siempre estuvo relacionada al mundo deportivo, de hecho, en su país jugó en ligas mayores desde que estaba en la preparatoria. Al llegar a Texas se puso en contacto con algunos conocidos y se encontró con una persona que le dijo «aquí en (Dallas) no se juega kickingball», a lo que ella respondió «podemos cambiar el paradigma». Entonces abrió en la red social Instagram su cuenta @dallaskickingball y colocó algunos posts para buscar mujeres interesadas en jugar.
Es así como las venezolanas radicadas en la zona se animaron a jugar esta suerte de combinación entre fútbol y béisbol, formaron el grupo que actualmente tiene 25 mujeres y promueven este deporte femenino al tiempo que se divierten y pasan un rato ameno conectadas con sus raíces.
¡A jugar se ha dicho!
A Jeniree no la detuvo nada, en abril de este año abrió el equipo. Hoy tienen hasta camisetas color negro y con diseños rosa que las identifican, también un balón con las banderas de Venezuela, Estados Unidos y Texas. Se reúnen a practicar dos veces a la semana y han participado en campeonatos.
Recuerdan su etapa de niñez y sus inicios en una disciplina que se juega en un campo de béisbol, pero con pelota de fútbol. Un partido puede durar en promedio una hora y media.
Tras agradecer el apoyo dijo «les doy un consejo: si usted no cree en usted, más nadie lo hará, así que crean en ustedes mismos». Animó a las mujeres a formar parte de su equipo de kickingball o a jugar donde quiera que estén.
Me despido hasta la próxima historia,
Adriana Henriquez