Cuando todo parecía que el arca de Noé, en la que viajaba uno de los dos candidatos para la Segunda Vuelta Electoral, portando una bandera de la democracia fortalecida pero aún débil en el Ecuador, para este corto viaje hacia una transición, iba a naufragar, no sucedió, porque la gran mayoría que la esperaba estuvo ubicada desde un puerto esperanzador y llena de optimismo, en el que siempre pensaron que contra vientos y mareas, el arca lograría arribar al lugar más optimista y seguro que tiene el Ecuador, su esperanza, rodeada de fe que es la única que no pueden perder los ecuatorianos frente a grupos de la narco-política que insisten desmantelarla, pero que siempre encontrarán una frontera con una muralla que está construida con cimientos de la libre expresión democrática, que es con la libertad del sufragio para elegir y ser elegido con el voto ciudadano, que garantiza y afianza la institucionalidad del Estado.
Desafío hacer política en Ecuador
Es un desafío para cambiar la forma de hacer política en el Ecuador?, eso está por donde el pueblo lo acepte y vea resolver los problemas más urgentes del país y; de ahí, conseguir la credibilidad para cruzar de la transición a un espacio presidencial en 2025, y por supuesto, pasar como el presidente electo más joven en la historia del Ecuador y del mundo.
Sin embargo, posiblemente con esta consulta popular que está en la agenda del presidente electo, se estaría jugando su futuro en sus primeros 100 días de gobierno desde su posesión, dentro de sus escasos 18 meses de mandato en transición.
Ya no hay lugar ni tiempo para la corrupción
En el financiamiento económico para ejecutar obras sociales de gran magnitud en el país, será otro reto dentro de una economía raquítica; siendo esta un desafío más y que está acompañado de ingobernabilidad, lastimosamente heredado del mal sistema y la clase política ecuatoriana, pero debe enderezar ese timón torcido, con el que tiene que enfrentar a políticos corruptos que tanto daño le hacen al país y, que ya no hay lugar ni tiempo para la corrupción, como fue el slogan de campaña.
Ahora, toca cumplirle al país, porque éste será vigilante y el presidente electo sabe que hay intereses de prepotentes políticos que seguirán obedeciendo consignas disfrazadas de ovejas, tomándose el nombre de la democracia para mentirle al país.
Resolver los problemas
Esta oportunidad presidencial del electo mandatario, tiene que estar basada en resolver los problemas que son más inmediatos en la emergencia nacional que tienen los ecuatorianos, como falta de seguridad, reactivación económica y empleo, para que la inversión nacional y extranjera entren a funcionar; aunque las otras prioridades que tiene la sociedad ecuatoriana tendrían que dar paso primero a esas tres necesidades de urgencia nacional, que no dan lugar a discursos de campaña. Luego, gradualmente, ir buscando ejecuciones con soluciones rápidas.
El Ecuador ya no soporta más gobernantes demagogos que dirijan los destinos de los ecuatorianos, que es como no tiene y no debe gobernar el presidente electo, una vez posesionado por los resultados de las elecciones de octubre 15,2023, y eso, el pueblo no lo olvida.
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Necesidades emergentes
Sin trincas ni amarres, como fue su slogan de campaña, para que atienda esas tres primeras necesidades emergentes que tienen los ecuatorianos, con las que debe iniciar su mandato presidencial, sin descartar que la ciudadanía sabe en las condiciones sociales, económicas y políticas que se encuentra el país y, por supuesto, en la situación que todos conocemos como él recibe del anterior gobierno; razón suficiente para no exigir milagros de un gobierno de transición de 18 meses, que con prudencia debemos actuar, creando desde ya una cultura política que tanta falta hace al Ecuador.
La nueva Asamblea Nacional con 137 asambleístas, para este nuevo periodo se espera trabajen para proyectos legislativos en bien del país; sin perjuicio que cumplan su rol de legislar y fiscalizar, pero así mismo, que puedan borrar el negro pasado de aquellos asambleístas que llegaron con chantajes y consignas políticas para desestabilizar gobiernos democráticamente elegidos, pero que terminaron refugiándose en sus casas ante la Muerte Cruzada del Art.148 de la Constitución del Ecuador que les aplicó el Ejecutivo.
Este es el momento histórico para los asambleístas porque les queda un solo camino:”la unidad nacional”,porque se deben al pueblo y no a sus ideologías de bancadas partidistas.
Recuperación Nacional
Si hay voluntad de servir al país y no ambiciones políticas, el Ecuador y los ecuatorianos pronto iniciarán recuperación nacional, porque esta nueva etapa democrática solo trae una transición y hay que aprovecharla para recuperar lo que en gran parte los ecuatorianos han perdido, sobretodo de aquellos arribistas que no lucharon para conseguir y devolverle la democracia al pueblo ecuatoriano que tanto combatió para recuperarla desde los años 1979, al inicio del mandato presidencial del estadista y demócrata de América Jaime Roldós Aguilera, cuyos ideales aún son nuestra historia y herencia democrática, suficientes para no permitir nunca más revoluciones autócratas disfrazadas de ovejas ya fracasadas.
Esa paz y ese espacio libertario solo depende de cuanto sacrificio hagamos para protegernos, buscando un liderazgo en una nueva generación que demuestre su potencial intelectual de patriotismo para trabajar juntos por un nuevo país, en el que puede incorporar a honestos ciudadanos que aportaron con su experiencia y honestidad, sirviendo al país para que haya el gran cambio de progreso nacional.