Guilford, NC.- El viernes 29 de agosto de 2025, la Oficina del Sheriff del Condado Guilford respondió a dos incidentes escolares en diferentes instituciones educativas, ambos resueltos sin que existiera una amenaza permanente para estudiantes, personal o la comunidad.
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El primer caso ocurrió durante el partido de fútbol en Southeast Guilford High School. Un escáner de seguridad detectó que un espectador podía portar un arma. Octavius Mustophidae Benton II, de 22 años y exalumno de la escuela, notificó al personal que llevaba un arma en la cintura. El Oficial de Recursos Escolares (SRO) recibió el aviso y detuvo de inmediato a Benton sin que se produjeran incidentes mayores.
Las autoridades arrestaron a Benton bajo los cargos de delito menor por portar un arma oculta y de delito grave por posesión de un arma en propiedad escolar. Fue trasladado al Centro de Detención del Condado Guilford en Greensboro, donde recuperó la libertad tras el pago de un bono sin garantía de 2.500 dólares. Su primera audiencia quedó fijada para el 30 de septiembre de 2025 a las 8:25 a.m.
Ese mismo día, alrededor de las 4:45 p.m., el director de la Escuela Primaria Summerfield recibió un correo electrónico enviado por un exalumno juvenil que insinuaba una posible amenaza contra los estudiantes. El equipo de agentes inició de inmediato la investigación, rastreó la dirección de correo y localizó al menor junto a sus tutores legales.
Tras entrevistar a los implicados y revisar la información disponible, los oficiales determinaron que no existían pruebas creíbles de una amenaza inmediata. La investigación se cerró y las autoridades aclararon que no había más detalles que divulgar sobre el caso.
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El sheriff Danny H. Rogers destacó la rápida actuación de los equipos desplegados en ambas situaciones y recalcó el compromiso de su oficina con la seguridad escolar. “Nuestros oficiales respondieron con diligencia y lograron garantizar que la comunidad estudiantil permaneciera a salvo”, señaló.
La Oficina del Sheriff reiteró que los protocolos de seguridad vigentes permiten actuar con rapidez frente a cualquier indicio de amenaza, fortaleciendo la confianza entre padres, estudiantes y autoridades. Estos incidentes subrayan la relevancia de la cooperación entre la comunidad y los oficiales para mantener entornos escolares seguros.