Washington.- El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ordenó expulsar a las personas que están en la calle sin hogar. Así como también redirigió recursos federales hacia programas que abordan el abuso de sustancias y volviendo a la urgente necesidad del internamiento civil.
Así lo dio a conocer la Casa Blanca, en un comunicado en el que señaló que a través de una orden ejecutiva ordena al fiscal general revocar precedentes judiciales y eliminar los decretos de consentimiento que limitan la capacidad de los gobiernos estatales y locales para internar a personas en situación de calle que representan un riesgo para sí mismas o para los demás.
“La orden exige que el fiscal general colabore con el secretario de salud y servicios humanos, el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano y el secretario de Transporte para priorizar las subvenciones a los estados y municipios. Que implementan las prohibiciones sobre el consumo abierto de drogas ilícitas, la acampada y el merodeo urbano, y la ocupación ilegal de zonas urbanas, y que rastrean la ubicación de los delincuentes sexuales”, señaló el comunicado.
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Redirigen los fondos federales para trasladar a estas personas
Por otro lado, detalló que la medida redirige los fondos para garantizar que las personas que acampan en las calles, causan desorden público y padecen enfermedades mentales graves o adicciones sean trasladadas a centros de tratamiento, tratamiento ambulatorio asistido u otras instalaciones.
“La orden garantiza que las subvenciones discrecionales para la prevención, el tratamiento y la recuperación de trastornos por consumo de sustancias no financien centros de inyección de drogas ni el consumo de drogas ilícitas”, destacó.
De la misma manera, señalaron que “la orden impide que los delincuentes sexuales que reciben asistencia para personas sin hogar sean alojados con menores. Permite que los programas alberguen exclusivamente a mujeres y menores”.
“El número de personas que vivieron en las calles en Estados Unidos en una sola noche durante el último año de la administración Biden fue 74.222. El más alto jamás registrado. La gran mayoría de estas personas son adictas a las drogas, padecen un trastorno de salud mental o ambas cosas” acotó la Casa Blanca.
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