Monroe, NC.- Un adolescente de 16 años, identificado como Jamari Wells, terminó bajo custodia el lunes 14 de julio luego de protagonizar una peligrosa persecución en un vehículo robado. El operativo involucró a oficiales de la policía de Stallings y a la Oficina del Sheriff de Union County (UCSO), quienes lograron detener al joven sin reportar heridos.
Todo comenzó cuando las autoridades intentaron realizar una parada de tráfico al notar que el vehículo en cuestión había sido reportado como robado en Sumter, Carolina del Sur. Al volante se encontraba Wells, quien ya se encontraba bajo libertad condicional y portaba un monitor de tobillo por tres cargos previos de intento de asesinato.
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En lugar de detenerse, el menor aceleró y escapó a alta velocidad, iniciando una persecución. Durante la huida, Wells embistió de manera intencional dos patrullas de la UCSO, poniendo en riesgo la vida de los agentes involucrados en el operativo. A pesar del impacto, ninguno de los oficiales resultó herido.
Tras abandonar el vehículo, el sospechoso corrió hacia un complejo de apartamentos cercano. Minutos después, los oficiales lograron detenerlo tras una corta persecución a pie.
Las autoridades presentaron múltiples cargos en su contra. Como adulto, enfrenta cargos por delitos relacionados con vehículos motorizados, incluyendo evasión y dos acusaciones de atropello y fuga. En el sistema juvenil, fue acusado por dos cargos de asalto con arma mortal contra oficiales y un cargo por resistencia, demora y obstrucción a la justicia.
El Departamento de Justicia de Menores emitió una orden de custodia segura, y Wells permanece recluido en un centro de detención juvenil local. Debido a su edad, no se puede difundir su imagen.
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El sheriff Cathey y el jefe de policía de Stallings, Franks, destacaron la rápida coordinación entre sus unidades y el profesionalismo mostrado durante el operativo. Aseguraron que la respuesta inmediata del equipo evitó que la situación escalara aún más, protegiendo a los agentes y al público.
Las investigaciones continúan, mientras las autoridades analizan posibles conexiones con otros delitos cometidos en Carolina del Sur.
