Monroe, NC.- Michael Brown, un hombre de 37 años de edad residente en Charlotte, fue arrestado luego de organizar una fiesta masiva sin autorización en una propiedad privada en Weddington, donde había sido contratado únicamente para realizar trabajos como jardinero. El incidente ocurrió el sábado 21 de junio por la tarde, mientras los propietarios se encontraban de vacaciones.
Brown aprovechó la ausencia de los dueños para invitar a cientos de personas a la casa ubicada cerca de la intersección de Twelve Mile Creek Road y Beulah Church Road. Además, cobró una tarifa de entrada a los asistentes y se quedó con el dinero recaudado. La situación llamó la atención de los vecinos, quienes alertaron a las autoridades por ruidos excesivos y caos vehicular en la zona pese a que en la casa solo estaba un jardinero.
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Cuando los agentes del Sheriff de Union County (UCSO) llegaron al lugar, Brown intentó engañarlos al afirmar que la casa le pertenecía. Luego, cambió su versión y dijo que era propiedad de sus abuelos. Finalmente, ante las inconsistencias de su historia, admitió que no tenía ningún vínculo con los dueños y que solo trabajaba allí como jardinero.
Debido al tamaño de la multitud, varios cuerpos de seguridad intervinieron para desalojar la propiedad, incluyendo patrulleros de la Policía Estatal de Carolina del Norte (NCSHP) y agentes de la Comisión de Aplicación de Ley de Bebidas Alcohólicas (NC ALE). Algunos de los invitados, al huir del lugar, cometieron infracciones de tránsito, lo que provocó múltiples detenciones adicionales.
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Después de dispersar a los asistentes, las autoridades identificaron daños en la propiedad. Brown fue arrestado y trasladado al Centro de Detención de Union County. Fue acusado de allanamiento de morada, allanamiento en segundo grado, contribuir a la delincuencia de un menor, daño a bienes inmuebles y obtención de propiedad bajo falsos pretextos.
El juez asignó una fianza garantizada de 10.000 dólares. Las autoridades informaron a Brown que su estadía en el centro de detención era temporal y le recordaron que no podía organizar eventos en esa instalación mientras esperaba una empresa de fianzas. Tras pagar la fianza, recuperó su libertad, aunque el caso sigue en curso.
El incidente generó múltiples reacciones en la comunidad, que aún no sale del asombro por la audacia del improvisado anfitrión.