Monroe, NC.- En una escena que parecería sacada de una comedia, un hombre terminó detenido tras simular un robo a mano armada para encubrir la venta de una cortadora de césped robada a su propia abuela. El hecho ocurrió el jueves pasado en Landsford Road, Carolina del Sur, cuando Tyler Helms, de 28 años de edad, llamó al 911 y reportó haber sido víctima de un asalto violento, así lo confirmó Union County Sheriff’s Office, Monroe, NC.
Según su relato inicial, dos hombres lo abordaron mientras viajaba con ellos en un camión, lo amenazaron con un arma y le quitaron una cortadora de césped John Deere. Aseguró que hubo una pelea, y cuando llegaron los agentes, su ropa cubierta de barro parecía confirmar la versión. Pero algo no cerraba.
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Los investigadores notaron rápidamente inconsistencias en su historia. La sospecha creció cuando Tyler se ofreció a llamar por teléfono a los supuestos ladrones para que devolvieran la cortadora. Una propuesta que, para cualquier oficial experimentado, levantó aún más alarmas: los verdaderos ladrones no acostumbran a compartir sus contactos ni devolver objetos robados por voluntad propia.
La sorpresa fue mayor cuando, poco después, dos hombres llegaron con la cortadora de césped y mostraron mensajes de Facebook Marketplace en los que Tyler les ofrecía el equipo como propio. La historia real comenzó a salir a la luz: Tyler había robado el aparato de casa de su abuela, lo vendió en línea, fingió una pelea y llamó a emergencias para encubrir su delito.
Los agentes recuperaron el equipo y lo devolvieron a su legítima dueña. Mientras tanto, Helms terminó arrestado y fue trasladado al Centro de Detención del Condado Union. Enfrenta cargos por robo, fraude al obtener bienes con declaraciones falsas y por presentar un reporte ficticio a las autoridades. Además, violó los términos de su libertad condicional por una condena anterior, motivo por el cual permanece detenido sin derecho a fianza.
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Aunque este caso podría causar risa por lo absurdo, las autoridades lo tomaron con seriedad. El sheriff Cathey, al ser consultado, solo pudo soltar un resignado “bendice su corazón”, mientras negaba con la cabeza.
A veces, la realidad supera a la ficción. Y en esta, el intento de parecer víctima solo expuso al verdadero culpable.
