Ciudad de México, México.- La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia determinó que el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fue un «Crimen de Estado», porque estuvieron involucradas autoridades mexicanas de todos los niveles.
Además se determinó que no hay indicios de que estén vivos. Así lo declaró Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno, «La desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 constituyó un crimen de Estado».
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Además, el funcionario Encinas añadió, «en el que concurrieron integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado mexicano». Declaraciones que sirvieron para ofrecer las primeras conclusiones preliminares de la comisión.
Las claves del caso que determina que los 43 estudiantes de Ayotzinapa es un «crimen de Estado»
Esta Comisión se creó en 2018 por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por el caso de los 43 estudiantes que desaparecieron en Guerrero, estados al sur de México.
Fue el Estado.
Fue la policía municipal
Fue la policía estatal
Fue la policía federal
Fue la Marina
Fue el EjércitoLo sabíamos. Se confirma la “mentira histórica” de Ayotzinapa
La pregunta es qué hará un gobierno que ha mostrado su capacidad de mentir, robar y traicionar pic.twitter.com/PjyxIVRnp0— Denise Dresser (@DeniseDresserG) August 19, 2022
En este sentido, la Comisión determinó que, «que autoridades federales y estatales del más alto nivel fueron omisas y negligentes». Por si fuera poco, llegaron a «alterar hechos y circunstancias» con el propósito de ofrecer una conclusión «ajena a la verdad».
La desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre de 2014 constituyó un crimen de Estado pic.twitter.com/R8U5mPS7lg
— Alejandro Encinas (@A_Encinas_R) August 19, 2022
La participación del Ejército y de Policías locales también estuvieron inmiscuidos, «Sus acciones, omisiones y participación permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes, así como el homicidio de otras seis personas».
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Finalmente, el funcionario confesó que «no hay indicios» de que alguno de los estudiantes esté vivo. Además, remató que posiblemente, «nunca estuvieron juntos» desde que los separaran en la estación de autobuses de Iguala.
Por el contrario, la administración de López Obrador pretende desmentir esa «verdad». Queriendo coincidir con familiares y con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), señalando que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
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