Familias casi enteras, con hijos jóvenes (Dreamers) de varios países del mundo sobretodo de nuestra América Latina, fueron castigados por sistemas de gobiernos corruptos, que se afianzaron para dejarles a sus pueblos a vivir en pobreza y miseria, sin salud, alimentación y educación.
Muchas de estas familias sobrevivieron juntas a sus hijos con loa guerrilleros, que se apoderaron de ellos, para formar parte de ejércitos integrados con inocentes niños que terminaron armados, violados y asesinados.
Historias desgarradoras
La historia desgarradora de miles de familias que soportaron tantas violaciones a sus derechos ,no únicamente es triste sino inhumana, porque el hambre, las enfermedades y la pérdidas de sus vidas, son crónicas sociales, que han hecho que estas familias justifiquen el abandono forzado del lugar en donde nacieron, para salvarse arriesgando sus vidas, cruzando fronteras, en donde miles se perdieron en el desierto y jamás los encontraron, dejando solo sus fotos y resignación a sus familias.
Otros miles encarcelados junto a niños en condiciones humillantes y después expatriados, sin las garantías de sobrevivir al regresar desde donde partieron buscando el ‘sueño americano, el sueño de Martin Luther King Jr. que no desaparece porque la migración no es tema político, es causa y razón humana.
El gobierno del expresamente Trump, tuvo el acierto de dar una extensión a los ‘tepesianos”o beneficiados con el Estatus de Protección Temporal(TPS),en la que se beneficiarán casi 250 mil centroamerica- nos que podrían seguir trabajando en los EE.UU. y la medida del presidente Joe Biden, desde su primer día de administración, ha ido más allá para favorecer no solo a éstos sino a los soñadores de DACA (Acción Diferida para los Llegados en la infancia) concediéndoles un estatus permanente, con camino a obtener la ciudadanía americana.
El sueño de los Dreamers
Pero soñar no cuesta nada, pero sí vale la pena hacerlo como lo hizo Martin Luther King Jr..Es decir, que el sueño de los «dreamers”,no puede quedar solo en el marco de una oferta de campaña demócrata o republicana, debe estar en cada uno de los que esta esperanza sea considerada como un derecho ciudadano, porque los meas de 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en territorio estadounidense pagando impuestos al Servicio de Rentas Internas (IRS por sus siglas en inglés) que no son retribuídos en todos sus derechos sociales que las leyes en este sentido los protegen.
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Van a venir tiempos difíciles para el presidente Joe Biden en el Congreso.Tener la mayoría para gobernar no es suficiente para promulgar una de las leyes más controversiales de hace décadas.
Por esa controversia pasaron muchos ex-presidentes de los EE.UU.,que no tuvieron la voluntad política para una reforma migratoria integral. Los paños de agua tibia para los indocumentados, han sido con decretos ejecutivos a través de amnistía como lo hizo Ronald Reagan legalizando a más de 3 millones de indocumentados que incluía a trabajadores del campo y, en el periodo de Barack Obama, se intentó legalizar a 11 millones sin papeles.
Millones de inmigrantes
El sueño de los “dreamers”, no es solo de ellos, está acompañado por decenas de millones de ciudadanos que despertaron feliz con ese sueño maravilloso de vivir y hacer más grande América, con el aporte intelectual y su fuerza irresistible de cada inmigrante soñador, que comenzó a construir en este país que nos ha adoptado y al que seguiremos defendiendo su democracia de cualquier insurrección que la atente, así como a defender el orden constituido que nos garantiza la paz y su forma de vivir, porque el sueño americano no termina cuando despertamos sino cuando ese despertar está garantizando vivir con libertad y democracia.
Los «soñadores”, que en su mayoría llegaron a EE.UU.,antes de cumplir los 16 años de edad, también guardan sentido de lealtad no a las autoridades que nos representan sino a la Constitución de los Estados Unidos de América y, eso hace que comprendamos en este momento para estar más juntos con los”dreamers”,para que tengan los mismos derechos que todos tenemos, para estudiar con libertad y ser profesionales, trabajar para proteger a sus familias, tener su propia vivienda, su licencia de manejo y otros derechos que le asiste a todo inmigrante que respeta las leyes de este país.
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