El nuevo escenario sociopolítico del Ecuador, en su nuevo proceso electoral de abril 11/2021, presentó un cuadro con síntomas de la pandemia del COVID-19, con diferentes colores que fue pintado con la legitimación del Consejo Nacional Electoral(CNE), para una fiesta política que la democracia ecuatoriana haya bautizado y confirmado a 16 aspirantes para la primera y segunda vuelta electoral a la Presidencia del Ecuador, nunca antes experimentado dentro de un proceso de elecciones como lo vivido desde el 7 de febrero hasta el 11 de abril 2021.
Pero llegar a Carondelet, no sería el desafío para cumplir con las promesas hechas en campaña a los 17 millones de ecuatorianos que votaron o no por el presidente electo del Ecuador; aunque de estos solo están empadronados 10’616.213, de los cuales,410.239 podrían haber sufragado en el exterior,(fuente del CNE.)
Ofertas de campaña
Lo medular, por decir lo menos de estas elecciones presidenciales, es que las ofertas de campaña fueron hechas con violaciones de las normas del Consejo Nacional Electoral, cuando permitió se exhiban vallas publicitarias pagadas con el dinero de los ecuatorianos a través del CNE, para que aparezcan en varias provincias del país con la foto de un prontuariado, condenado y prófugo de la Justicia del Ecuador, como es el caso del ex presidente Correa, que aparecía junto a candidatos realizando campaña y que el organismo electoral nada dijo ni nun- ca lo prohibió.
Hay pocas excepciones de presidentes del Ecuador, que llegaron y gobernaron desde el Palacio de Carondelet, pero sin afianzamiento político; es decir, que no tuvieron garantías para ejercer sus funciones como Magistrado de la Nación y muchos de ellos fueron defenestrados a través de golpes militar como el extinguido desde que el presidente Jaime Roldós Aguilera, asumiera el poder en 1979.
Hechos concretos desean ecuatorianos
Hoy, el Ecuador, ya no es el país de hace 40 años. Esta vez, los ecuatorianos no necesitan promesas si no hechos concretos, que resuelvan sus problemas económicos, para que con trabajo haya pan cada día en la mesa de su familia.
Un sistema de salud que se considere seriamente como política de Estado en el cuidado de salud en esta inesperada pandemia del COVID-19. Seguridad social y garantía jurídica para la inversión nacional y extranjera.
Mejor sistema de educación para darles oportunidades a los estudiantes al ingreso universitario con créditos entre las universidades y el Estado.
Inversión agraria para que siempre el agricultor tenga garantías de su producción en mercados nacionales y extranjeros.
Apostar siempre por el cuidado del medio ambiente, entre otras prioridades que son un desafío nacional del nuevo presidente del Ecuador, que tiene que apostar uniendo al país en estos momentos muy difíciles, al margen de ideologías políticas pero con libertad y democracia, sin olvidarse de mantener la dolarización en el Ecuador, único sistema sostenible en la economía de los ecuatorianos.
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