Washington – Estados Unidos.- Más leña al fuego, así se traduce la votación de la Cámara de Representantes que pasó a juicio al presidente Donald Trump, y generó más tensión al complejo escenario político que disputan demócratas y republicanos.
El mandatario, el principal afectado por el juicio político que podría llevar a su destitución, fue uno de los primeros en reaccionar y se quejó de que es víctima de la “mayor caza de brujas de la historia de Estados Unidos”.
La votación dejó en manos del Senado, contralado por republicanos, la decisión sobre la destitución del Presidente, un escenario que parece improbable.
«Seamos claros: el voto de la Cámara (Baja) no fue un juicio neutral. Fue el final predeterminado de una cruzada partidista», expresó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
McConnell lamentó que los demócratas no votaran con criterio propio sino siguiendo líneas partidistas.
La oradora Nancy Pelosi sorprendió al indicar que no enviaría todavía los cargos al Senado, lo cual amenaza con postergar los tiempos para el inicio del proceso.
Pelosi exige que se permita la intervención de nuevos testigos en el juicio, algo que los republicanos no están dispuestos a aceptar, porque consideran que la Cámara tuvo su espacio para realizar toda la investigación.
El presidente Trump denuncia que la intención de los demócratas es evitar que se presente a la reelección en 2020.
