San Salvador – El Salvador.- En un juicio histórico para El Salvador, al menos 17 jefes y 400 pandilleros de la organización criminal transnacional, Mara Salvatrucha (MS13), han comenzado a ser procesaros por múltiples actos delictivos relacionados con homicidio, tráfico de armas, y participación en organizaciones terroristas.
Un juzgado especializado de San Salvador está a cargo del procedo, irónicamente y pese al daño que MS13 ha causado en ese país, casi un centenar de abogados se acreditaron como defensores de los pandilleros en la vista pública que podría finalizar en noviembre debido a la gran cantidad de testigos y expedientes que existen sobre los casos.
De los 17 jefes y 400 pandilleros, algunos comparecen ante el juez en personas y otros lo hacen a través de videoconferencias desde las cárceles donde se encuentran recluidos.
Entre los imputados por el juzgado especializado se encuentra toda la dirigencia nacional de la Mara Salvatrucha, entre ellos Borromeo Enrique Henríquez, alias “Diablito de Hollywood”; Saúl Antonio Turcios, alias “El Trece”; Arístides Dionisio Umanzor, alias “El Sirra”; y Carlos Tiberio Valladares, “El Snayder”.
Para el proceso en contra de Mara Salvatrucha, la Fiscalía logró recolectar declaraciones de 150 testigos (en el juicio sólo presentarán 34). La declaración de un testigo que habría tenido la capacidad de identificar con apodos y nombres a cada uno de los pandilleros, es la primera prueba a presentar contra el grupo criminal.
La Mara Salvatrucha (MS13) surgió en los años 80 entre los inmigrantes en Los Ángeles, quienes la conformaban buscaban proteger a los salvadoreños que habían llegado a Estados Unidos huyendo por la guerra civil. Hoy en día es una temible organización criminal que se ha extendido por todo Centroamérica, México, Estados Unidos, e incluso en algunos países del viejo continente.
En El Salvador, considerado uno de los países más violentos del mundo, las maras o pandillas están integradas por más de 65.000 personas, en su mayoría miembros de la MS13. Se encuentran en barrios y comunidades populosas y según las autoridades están involucradas en el narcotráfico, la extorsión y el crimen organizado.
