Nueva York – Estados Unidos.- La emergencia por la pandemia de coronavirus ha dejado a Nueva York con la población carcelaria más baja en 70 años debido a una excepcional política de liberación que se aplica en estos recintos para evitar la propagación de la COVID-19.
Más de 1.500 presos fueron liberados desde 16 de marzo hasta el 6 de abril -indicó la oficina del alcalde Bill de Blasio- en gran parte gracias a los esfuerzos de los jueces, fiscales de distrito, defensores, el Departamento de Correccionales (DOC) y el Departamento de Correcciones y Supervisión Comunitaria (DOCCS).
Entre los liberados en este período se encuentran 329 «detenidos por delitos violentos» y 207 «detenidos por delitos no violentos», dice el informe de la oficina del alcalde según una publicación New York Post.
Sin embargo, la mayoría de los liberados estaba en prisión por delitos menos graves, incluyendo 130 personas acusadas de delitos menores y 354 con violaciones de la libertad condicional. Otros 401 reclusos cumplían sentencias municipales de menos de un año.
Fiscales y organizaciones de derechos humanos han presionado para que ocurrieran liberaciones debido a que la vida de los detenidos estaba en riesgo dentro de los recintos carcelarios.
Muchos de los detenidos liberados padecen graves enfermedades subyacentes, como enfermedades cardíacas, cáncer y VIH no controlado, lo que los ubica en grupos de alto riesgo frente de la COVID-19.
Hasta el 10 de abril, 518 empleados de las cárceles y 304 reclusos dieron positivo a las pruebas de coronavirus, según el Departamento de Correcciones de la ciudad. Un recluso murió la semana pasada y siete empleados han fallecido a causa del virus, dijo el DOC.
