Washington – Estados Unidos.- Ante el ataque en contra de petroleras de Arabia Saudita, registrado el sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado que su país se encuentra “completamente preparado” para responder al ataque.
“El suministro de petróleo de Arabia Saudí fue atacado. Hay razones para pensar que conocemos el culpable, estamos completamente listos para disparar dependiendo de la verificación, pero estamos esperando a oír del reino sobre quién cree que fue la causa de este ataque, ¡y bajo qué términos procederíamos!», manifestó Trump en la red social.
En el mensaje, Trump utilizó la expresión “locked and loade”, la misma es utilizada en el ámbito militar para indicar que un arma se encuentra cargada.
La respuesta dada por Trump, luego del ataque registrado con 10 drones sobre refinerías de la petrolera estatal Aramco, que causó una reducción de cerca del 50 % de la producción petrolera, elevó la opción de una respuesta militar estadounidense, aumentando las tensiones en una región que ya estaba al límite.
Los ataques fueron reivindicados por los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con apoyo de Teherán. Sin embargo altos funcionarios y expertos estadounidenses han indicado que las imágenes satelitales y otro tipo de inteligencia muestran que el ataque no tiene las características de haber sido lanzado desde Yemen.
Algunos dispositivos que aparentemente no llegaron hasta sus objetivos, fueron recuperados y están siendo analizados en conjunto por agentes de inteligencia saudíes y estadounidenses.
Comienzan los impactos
El precio del petróleo ya se ha visto afectado por los ataques. Este lunes el barril de Brent del mar del Norte, crudo de referencia en Europa, para entrega en noviembre subía un 9.52% respecto al viernes, a 65.97 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres.
De igual forma, el barril de “light sweet crude” (WTI) para el contrato de octubre ganaba 8.71% a 59.63 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
A la apertura del mercado, el barril se había disparado un 20% en Londres, la mayor alza en una sesión desde la guerra del Golfo en 1991.
