Biarritz – Francia.- El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, llegó sorpresivamente este domingo a Biarritz donde se desarrolla la Cumbre del G7.
El canciller iraní, de visita por petición de Francia, es objeto de sanciones por parte de Estados Unidos.
Zarif se reunió con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, y el presidente Emmanuel Macron, quien dijo que el encuentro no formó parte de la cumbre.
Le Drian tuiteó dos fotos del encuentro y un mensaje sobre la solución del conflicto en torno al tratado nuclear: «El camino es difícil, pero vale la pena intentarlo».
No está claro si el presidente Donald Trump estaba al tanto de la llegada del canciller iraní a la misma ciudad donde se realiza la reunión del G7, pero Macron se anotó un golpe mediático con el inesperado huésped, quien representa a un régimen en conflicto con Estados Unidos.
Sobre la invitación a Zarif, la presidencia francesa solo se animó a señalar que «actúa según sus propios criterios» y lo hace «con total transparencia».
La Cumbre del G7 ha dejado claro las diferencias de sus miembros en cuanto a cómo gestionar distintos asuntos de interés global. Incluso en una reunión previa Macron y Trump intentaron aliviar las tensiones de cara las conversaciones de los Jefes de Estado.
