Londres – Inglaterra.- Siete meses después del mortal accidente aéreo del futbolista Emiliano Sala, siguen saliendo a luz detalles que pueden ir esclareciendo el hecho.
El jugador argentino, que había sido adquirido por el Cardiff de la Premier League de Inglaterra, estuvo expuesto a altos niveles de monóxido de carbono antes de fallecer, cuando la avioneta en la que viajaba para incorporarse a su nuevo equipo se precipitó en el Canal de la Mancha en enero de este año.
La División de Investigación de Accidentes Aéreos británica informó que Sala, que llegaba procedente de la Ligue 1 de Francia, estuvo expuesto a una cantidad tan elevada del gas que éste le podría haber provocado un ataque al corazón o haberle dejado inconsciente antes del impacto contra el agua.
Se cree que el piloto David Ibbotson, cuyo cuerpo no ha sido recuperado, también estuvo expuesto a los gases que pudieron haberle ocasionado los mismos efectos que al jugador.
Abogados de la familia Sala pidieron recuperar la aeronave de las aguas debido a que los niveles de monóxido de carbono en la sangre del futbolista “plantean muchas interrogantes”.
Este gas, incoloro e inodoro, se produce en altas concentraciones en los aviones con motor de pistón, pero debe ser extraído por el sistema de escape. Las fugas en el sistema de calefacción y ventilación pudieron llevar el gas a la cabina del avión.
