Madrid – España.- Dos semanas se mantuvieron trabajando delegados de 200 países en la lucha contra el calentamiento global, los negociadores que participaron en la Cumbre Internacional del Clima (COP25) realizada en Madrid, aprobaron declaraciones en las que se exige más ambición en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y en la ayuda a países pobres afectados por el cambio climático, sin embargo la importante decisión sobre los mercados globales de emisiones de dióxido de carbono, decidieron aplazarla para la próxima conferencia a realizarse el próximo año en Glasgow.
La edición realizada este año en Madrid ha sido la más larga de la historia, por lo que muchos no comprenden como no se ha concluido en su totalidad con los planes establecidos.
La decisión de aplazar las conclusiones sobre el tema de las emisiones de dióxido de carbono fue acordado por varios países de Europa y otras regiones quienes al ver que no lograban ningún consenso sobre cómo regular el canje de créditos por emisiones, prefirieron extender el punto hasta el próximo año y no aprobar un mal acuerdo.
“Por suerte, las débiles normas de un mecanismo regulado por el mercado, defendidas por Brasil y Australia, que habrían socavado los esfuerzos por reducir las emisiones, se han descartado”, dijo Mohamed Adow, director Power Shift África, un grupo de presión.
Entre lo que sí se logró aprobar en Madrid, resalta la declaración “Chile-Madrid Tiempo de actuar”, que pide a los países que mejoren sus compromisos actuales de reducción de emisiones de efecto invernadero.
También se acordó destinar fondos para los países más vulnerables para compensarles por los efectos de fenómenos climáticos extremos. Sobre ello, grupos y activistas ambientalistas han acusado a los países ricos de falta de compromiso a la hora de combatir seriamente el cambio climático.
“Puede que el Acuerdo de París haya sido la víctima de un atropello con fuga por parte un puñado de poderosas economías contaminantes, pero están en el lado equivocado de esta lucha, en el lado equivocado de la historia. Los bloqueadores del clima como Brasil y Arabia Saudí, habilitados por un liderazgo chileno irresponsablemente débil, traficaron con los acuerdos de emisiones y pasaron por encima de los científicos y la sociedad civil”, dijo Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International.
