Bruselas – Bélgica.- Después de casi dos décadas de negociaciones, la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) sellaron un pacto que le permitirá a las empresas europeas tener acceso a un mercado de 260 millones de consumidores.
El tratado de libre comercio, celebrado, desde Osaka, Japón, por los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Brasil, Jair Bolsonaro y por el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se firmó tras un encuentro de alto nivel realizado en Bruselas, la capital de Bélgica y sede de los poderes de la UE.
El tratado, que deberá ser ratificado por el poder Legislativo de cada uno de los países involucrados y por el Europarlamento, fue impulsado, en las últimas semanas, por España y Alemania.
Fueros esas naciones, junto a Holanda, Lituania, Portugal, República Checa y Suecia, las encargadas de remar para vencer la resistencia de Bélgica, Francia, Irlanda y Polonia. Esos últimos cuatro países advirtieron que el pacto comercial podría tener efectos adversos en “el sector agrario y ganadero”.
El acuerdo elimina, de un plumazo, unos cuatro mil millones en aranceles, que beneficiarán a la industria automovilística, de maquinaria, química y farmacéutica de Europa.
A cambio, las naciones que integran el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) tendrán facilidades para colocar bienes agrícolas y ganaderos en el viejo continente.
