miércoles, abril 24, 2024

Se disparan peticiones familiares

Washington.- En los últimos meses, el presidente Donald Trump ha criticado una y otra vez lo que llama “inmigración en cadena”.

“No se puede permitir que la inmigración en cadena forme parte de cualquier ley sobre inmigración”, escribió en su cuenta de Twitter en septiembre.

La “inmigración en cadena” es el proceso de “reunificación familiar”, en vigencia desde 1965 cuando se aprobó la Ley de Inmigración y Nacionalidad, bajo la cual EEUU otorga 480,000 visas anuales para los familiares de los extranjeros con residencia permanente y sin ningún límite para quienes tienen vínculos con ciudadanos estadounidenses.

Según cifras de la Casa Blanca, en la actualidad 65% de los permisos de residencia que se otorgan cada año en EEUU obedecen a vínculos familiares. Lo que en la última década ha significado el ingreso de 9.3 millones de personas por esta vía.

Trump quiere limitar aun más el número de visas para estas personas, que en casos como los de México, India y las Filipinas, deben esperar décadas para obtenerlas.

Ante esto, la Asociación Americana de Abogados de Inmigración reporta que sus miembros han visto un incremento en consultas sobre estas peticiones.

Personas en la Oficina de Inmigración

Los llena papeles

Yolanda es una de esas personas que lleva tiempo esperando su visa por medio de un familiar, un proceso que se hizo mas largo después que un notario la estafó.

La mexicana quien no quiso proveer su apellido, dijo que en 1997 su hermana – una ciudadana estadounidense – solicitó la residencia legal de sus padres y de ella. Todos vivían ya en Estados Unidos.

“A mis papás les llegó [su residencia] rápido como en un año y nos dijeron que para mi me tardaría unos 10 o 15 años por la vía de hermanos”, dijo Yolanda, quien en ese momento no se preocupó. El proceso migratorio por medio de su hermana era su única opción.

Dos años después conoció a una persona que le prometió arreglar su situación migratoria por medio de una ley que supuestamente otorgaba residencia legal a personas que llevan 10 años o más viviendo en Estados Unidos.

En su ilusión, y sabiendo que calificaba, Yolanda aceptó. “Envió los papeles y luego, luego me llegó el permiso de trabajo y cuando quisimos hacer seguimiento del caso buscamos a la persona y ya no estaba”, recordó Yolanda.

Entonces se enteró que el “llena papeles” hizo una petición de asilo para lo cual ella no calificaba realmente. Poco después se enfrentaría a una orden de deportación.

En su angustia decidió buscar ayuda de abogados de inmigración y las respuestas no eran favorables.

“Recuerdo las palabras de una reconocida abogada que me dijo, ‘si yo fuera ustedes agarro mis maletas y me voy de regreso’”, recordó Yolanda, quien entonces ya tenía una bebé de un año.

“Pero yo nunca me di por vencida, ni me eché para atrás. Yo seguí luchando”, reconoció.

Visa de EEUU

La abogada de inmigración Alma Rosa Nieto dijo que la ley de los 10 años no existe.

“Lo que existe es el derecho de solicitar cancelación de remoción y ésta se solicita después que una persona ya esta en proceso de deportación y se pide su estadía por alguna razón extraordinaria”, dijo la abogada Nieto.

Para que la persona califique debe haber vivido en Estados Unidos por más de 10 años y demostrar que su familia cercana—padres o hijos—sufrirían una pérdida extrema si la persona indocumentada es deportada.

“El problema es que nacionalmente solo uno a tres casos de cada 100 son aprobados. Lo que los llena papeles no dicen es que hay un 97% de probabilidades de ser rechazado”, dijo la abogada Nieto.

Agregó que para que una persona pueda ser aceptada bajo un asilo debe demostrar que es perseguida ya sea por su nacionalidad, política, preferencia sexual o creencias—entre otros casos extremos.

Se acerca su tiempo

La abogada Nieto—cuyo bufete de abogados lleva el caso de Yolanda desde el 2003—dijo que no hay una ley que otorgue legalización fácilmente como lo plantean incluso reconocidos abogados en la radio y televisión. En el caso de Yolanda lo que se hizo fue “comprarle” tiempo.

“Enviamos su caso al Board of Immigration Appeals en Virginia y después al Noveno Circuito”, dijo la abogada. Con este proceso el objetivo era que su caso regresara a una corte local, lo cual le fue aprobado en el 2013.

Yolanda, quien reside actualmente en Whittier, dijo que esta muy contenta puesto que ya solo quedan algunos meses de espera para la revisión de su caso. Inmigración actualmente revisa casos de agosto de 1997 y su caso es diciembre de 1997.

El próximo paso será hacer el ajuste de estatus por medio del formulario I-485, dijo la abogada Nieto.

Ella enfatizó que las personas deben ser astutas y si ven que un abogado “les pinta la situación demasiado fácil”, pero  ven alrededor casos similares sin solución, que se asesoren con segundas y terceras opciones.

“No le crean a un abogado que les diga que tiene un excelente caso. Deben hacer una balanza y ver si vale la pena arriesgarse”, dijo Nieto.

Yolanda sigue esperando por el momento, aunque esta muy contenta de poder quedarse aquí con sus hijas de 19 y 16 años al igual que cerca de sus padres y sus siete hermanos.

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