Washington – Estados Unidos.- En los últimos años y debido a las políticas migratorias que ha implementado la Administración de Donald Trump, miles de migrantes ilegales han sido deportados a sus países de origen, sin importar la precariedad y la inseguridad que en ellos se vive. Human Rights Watch (HRW) detalló que específicamente en el caso de El Salvador, al menos 138 personas que fueron deportadas por las autoridades de Estados Unidos han sido asesinadas desde su regreso.
HRW explicó que la mayoría de los decesos ocurrieron poco tiempo después de que los deportados retornaran a su país, El Salvador, en algunos casos las muertes se registraron en cuestión de días. Los migrantes que soñaron con tener una vida mejor en EE.UU. y fueron regresados a El Salvador, también han sido victimas de agresión sexual, la organización de derechos humanos ha registrado al menos 70 casos, que se suman a otro tipo de violencia en su contra.
“Nuestra preocupación es que muchas de estas personas se enfrentan a una sentencia de muerte”, señaló Leal Parker.
Entre 2014 y 2018, Estados Unidos deportó a alrededor de 111.000 salvadoreños a su país, que desde hace mucho tiempo se encuentra dominado por la violencia de las maras.
Naciones Unidas reportó el año pasado que los asesinatos en El Salvador, en su mayoría ligados al conflicto de las pandillas, descendieron desde su apogeo de más de 6.000 en 2015. Pero el país sigue teniendo una de las tasas de homicidios más alta del mundo.
HRW instó a la Casa Blanca a retirar la política que hace que los solicitantes de asilo tengan que esperar en México, además de los acuerdos que permiten que guatemaltecos, salvadoreños y hondureños sean reubicados en otros países de Centroamérica se resuelven sus casos. También pidió al secretario de Justicia que revoque las restricciones que complicaron la petición de asilo en el país a causa de las amenazas de las maras o la violencia de género.
