Washington – EEUU.- El Ejecutivo del presidente Donald Trump planea implementar nuevas restricciones para evitar que inmigrantes ilegales, con solicitudes de asilo no resueltas, puedan obtener un permiso de trabajo.
La medida, que se cuece a fuego lento en las oficinas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), busca impedir que los indocumentados puedan conseguir una autorización de empleo (EAD, por sus siglas en inglés), durante su primer año de estadía en Estados Unidos.
De acuerdo con fuentes relacionadas al DHS, la nueva norma obligaría a las autoridades a otorgar una EAD sí – y sólo sí – una corte migratoria ha admitido que el solicitante de asilo puede permanecer en territorio estadounidense.
Según expertos, la normativa pretendería desestimular la llegada de migrantes mexicanos y su permanencia en Estados Unidos, luego de pedir la protección de ese país.
A diferencia de los indocumentados que provienen de naciones como Guatemala, El Salvador u Honduras, los llegados desde México no están en la obligación de cumplir el Protocolo de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés).
Esa regla obliga a las personas a abandonar suelo estadounidense y a esperar en territorio mexicano la resolución de sus casos de asilo.
En la actualidad, los inmigrantes ilegales tienen la posibilidad de solicitar y recibir sus permisos de trabajo 150 días después de haber presentado sus solicitudes de asilo, independientemente de que éstas hayan sido admitidas o no.
