Charlotte – EEUU.- Un estudio realizado en 2015 podría resultar clave para el juicio que se libra en una corte de Nueva York y que busca evitar que la administración Trump pregunte a cada estadounidense sobre su ciudadanía, en el próximo censo.
El trabajo, realizado por Thomas Hofeller, un especialista en redistribución de distritos, concluyó que si las encuestas poblacionales incluyen apartados que indaguen sobre la cuestión de la ciudadanía, los resultados podrían ser empleados para reconfigurar el mapa electoral.
Según el hallazgo, los republicanos y los blancos no hispanos podrían tener un mayor control sobre los distritos legislativos, si obtienen información sobre el estatus de la población estadounidense en edad de votar. Ello afectaría, significativamente, el poder político de las comunidades latinas y de otros grupos minoritarios.
Hofeller, quien murió el año pasado, trabajó por largo tiempo con el Partido Republicano como experto en la redistribución de distritos. Sus conocimientos fueron empleados por el Congreso de Carolina del Norte (controlado por republicanos), después del censo de 2010.
El estudio, revelado en primera instancia por el diario “The New York Times”, fue proporcionado por la hija del especialista a Common Cause, una organización que se ha caracterizado por denunciar el “gerrymandering”; es decir, la manipulación de los distritos de votantes, con la finalidad de favorecer a candidatos de una u otra tendencia.
