Quito – Ecuador.- Abortar, aun cuando el embarazo haya sido el resultado de una violación, seguirá siendo un delito en Ecuador.
Este martes, los asambleístas del país rechazaron una propuesta con la que se pretendía modificar el Código Penal y que buscaba autorizar la interrupción de la gestación, cuando ésta fuese producto de una agresión sexual.
De los 137 legisladores que integran la Asamblea Nacional ecuatoriana, sólo 65 votaron de manera afirmativa. Ese resultado dejó a la despenalización del aborto, en caso de violación, a tan sólo cinco votos de conseguir el plácet.
Actualmente, Ecuador castiga con prisión de uno a tres años a las personas que interrumpan el embarazo de mujeres que han sido víctimas de incesto, abuso sexual, inseminación no consentida o cuando el feto presenta malformaciones.
La ley también contempla penas que oscilan entre los seis meses y los dos años de cárcel para las mujeres que, por estar en alguna de esas situaciones, se practican un aborto o permiten que alguien más se lo cause.
Detener el proceso de gestación sólo es legal cuando se encuentra en riesgo la salud o la vida de la embarazada. También cuando la mujer que ha quedado en estado es una incapacitada mental, que ha sido víctima de una violación.
La decisión de la Asamblea Nacional provocó manifestaciones, de parte de grupos de activistas que estaban a favor de la propuesta. Las acciones de calle se registraron en las inmediaciones del Parlamento.
Para contrarrestar los disturbios, la policía que resguardaba el edificio recurrió al uso de gas pimienta.
