Liverpool – Inglaterra.- Dos manos dentro del área no cobradas por el árbitro principal a favor del Manchester City sacaron la versión más irónica del técnico Pep Guardiola, quien vio a su equipo caer 3-1 ante Liverpool en el clásico moderno de la Premier League disputado en Anfield Red.
En el encuentro de gran importancia en las aspiraciones de ambos equipos por coronarse en la Liga inglesa el principal, Michael Oliver, decidió no consultar el VAR en una jugada polémica en los primeros minutos.
Un balón centrado por Bernardo Silva terminó golpeando en el brazo de Alexander-Arnold e impidió que Sterling quedara con dominio de la pelota de frente al arco rival. La jugada continuó y finalizó con el primer gol del encuentro, pero anotado por el equipo contrario, el Liverpool.
La impotencia de Guardiola no quedó oculta aunque pareció controlarla.
Con el avance del juego y el marcador 3-1, otra pelota volvió a impactar en la mano del lateral inglés al minuto 83. Nuevamente Michael Oliver no sonó su silbato y Guardiola explotó con el cuarto árbitro, a quien se le acercó visiblemente molesto y gritó que era la segunda vez que no le cobraban un penalti al Manchester City.
El técnico español dejó la ironía para el final del partido cuando saludó a los árbitros estrechando sus manos y dándole las “gracias” por el trabajo realizado.
«Pregúntale a Mike Riley (jefe de árbitros de la Premier League) y a los chicos del VAR”, dijo Guardiola a los medios sobre los jugadas que lo sacaron de quicio. “A mí me gustaría hablar de nuestra actuación, fue muy buena. Uno de los mejores partidos que hemos jugado».
