Washington – EEUU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desatado su ira. Este miércoles, el mandatario arremetió contra Ford, la empresa estadounidense, fabricante de vehículos.
A través de Twitter, el gobernante se dirigió a los “descendientes modernos” de Henry Ford y los criticó por haber aceptado un trato, con el que se comprometen a reducir las emisiones de carbono de sus autos.
“Henry Ford (fundador de la compañía) estaría muy decepcionado, si viera a sus descendientes modernos querer construir un automóvil mucho más caro, que es mucho menos seguro y no funciona tan bien”, escribió el titular de la Casa Blanca, en medio de su malestar.
Aunque el descontento presidencial estalló hace un día, realmente surgió a finales de julio, luego de que Ford, Honda, BMW y Volskwagen firmaron un acuerdo con el gobernador de California, Gavin Newsom, que protege a las ensambladoras y le impide a la Administración Trump reducir los estándares de eficiencia del combustible, en vehículos livianos.
Actualmente, Trump intenta modificar las reglas que obligan a los fabricantes a crear vehículos que consumen menos gasolina por kilómetro recorrido y que producen menos gases contaminantes. Según el Presidente, si se demanda una mayor eficiencia en el carburante, los autos incrementarán su precio, a tal punto que muchos dejarán de circular.