domingo, septiembre 29, 2024

Desesperación por rescatar a Julen

El rescate de Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo de más de 110 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro el pasado domingo en Totalán (Málaga), toma un nuevo rumbo por la inestabilidad del terreno donde se encuentra el orificio, circunstancia que ha obligado al operativo compuesto por ingenieros, guardias civiles y bomberos a suspender la opción de excavar un túnel horizontal dado el riesgo de nuevos desprendimientos, según informa ‘Diario Sur’.

Las labores de salvamento se centran ahora en una prospección paralela en vertical que no comenzaría hasta mañana, de acuerdo al delegado del Colegio malagueño de Ingenieros de Caminos, y que, en el mejor de los casos, estaría lista después de dos o tres días, mientras que fuentes del dispositivo de localización informan que ya está entubado el el agujero con una funda metálica tras resolver un atasco en la manguera de succión. De esta forma, pretenden garantizar la estabilidad de la sima y evitar derrumbes que puedan sepultar al pequeño para que el equipo de expertos asturianos —que ya actuaron en el milagroso rescate de los Andes— pueda efectuar conexiones entre los túneles.

La seguridad prima sobre la velocidad, pero José Roselló y Victoria García cumplen cuatro días de angustia a la espera de un milagro.Duermen en una especie de colchoneta habilitada e una tienda de campaña de Protección Civil desde donde reciben cientos de mensajes de apoyo y mucha información oficial. «Tengo mucha tensión. Estamos fatal. Voy a intentar hablar con vosotros si tengo fuerzas. Gracias por estar pendientes», explicó el padre en conversación telefónica con El Confidencial.

“No tengo ninguna queja de la Guardia Civil, me he quejado de que no han tenido medios», había matizado sus palabras anteriormente en compañía de Juan José Cortés, uno de los pocos padres que le puede «mirar a los ojos y decir que sabe» lo que están pasando. Fue él quien les aconsejó abandonar por un momento la zona y acudir a asearse a su casa, una vivienda sencilla situada en una calle peatonal de Las Protegidas, un barrio popular en el cercano municipio de El Palo.

Cuando volvió al lugar recibió emocionado a un centenar de vecinos de Totalán que, fruto de una iniciativa surgida en redes sociales, emprendió una marcha desde el núcleo urbano hasta las inmediaciones de la finca donde ocurrió la tragedia para mostrar su apoyo a la familia. «Que te rescaten bien», deseaba Cristina Calderón, la joven de 24 años encargada de leer un manifiesto para expresar públicamente que «todos los vecinos» están en el mismo pozo donde se busca a Julen.

Una de las vecinas de Totalán que participó en la marcha de apoyo a la familia. (EFE)
Horas antes, las pruebas de ADN confirmaron el hallazgo de pelospertenecientes a Julen que se extrajeron del agujero durante las primeras horas del rescate, cuando se ejecutó el primer sondeo para conocer con exactitud la profundidad. «Para algunos será noticia, para mí no», espetó José subrayando que «no le cabe ninguna duda» de que su hijo está allí. «Por eso se ha seguido con la extracción suave para intentar dar con el niño. Es posible que esté cerca», explica el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Gómez de Celis.

Al mismo tiempo, trascendían detalles sobre las irregularidades del pozo, que carecía de permisos por parte de la Junta de Andalucía y no estaba correctamente sellado de acuerdo a la Ley de Aguas, que marca la obligación de enterrar los agujeros con hormigón o detritus. El encargado de la prospección , que declaró haber cubierto la boca del agujero con una piedra, podría haber cometido una infracción grave castigada con sanciones de entre 6.000 y 3000.000 euros que la familia estaría dispuesta a denunciar.

En España hay más de un millón de pozos y captaciones para el aprovechamiento del agua similares, aunque la cifra podría ser superior, a juicio de las organizaciones ecologistas. La estimación oficial parte del ‘Libro blanco del agua’ publicado en el año 2000 por el Ministerio de Fomento, que no recoge las perforaciones realizadas «de manera ilegal». No en vano, el Ministerio de Agricultura reconocía en 2006 la existencia de unas 510.000 actuaciones sin permiso en el territorio nacional, suficientes para el bombeo de «3.600 hectómetros cúbicos anuales y para abastecer a 40 millones de personas». En 2017, la administración elevaba el dato hasta los seis ceros, lo cual equivaldría a 7.000 hectómetros cúbicos al año, según explica Greenpeace a través de su página web.

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